Luchonas. Magali y su madre son un ejemplo del amor que no sólo queda en simples palabras ni se limita a un día del año.
El amor de una madre hacia sus hijos es enorme, con tal de verlos felices hacen grandes sacrificios. Sin embargo también hay hijos que sienten un gran amor por madre demostrándoselo más que con palabras con hechos, como es el caso de Magali Valdés, una joven que a sus 18 años no dudó en desprenderse de uno de sus riñones para donárselo a su mamá.
A Linda Catalina Ramos Barretero le diagnosticaron insuficiencia renal crónica a los 31 años de edad. Desde ese entonces su vida y la de su familia giró en torno a hospitales y dolorosos procedimientos. En el tercer semestre de preparatoria Magali tuvo que abandonar sus estudios de preparatoria para dedicarse por completo al cuidado de su madre, la cual ya se estaba dializando.
En noviembre del año pasado el cuerpo de Linda Catalina rechazó la diálisis, por lo que tuvo que pasar a sesiones de hemodiálisis.
"Cuando me dicen que su catéter peritoneal para la diálisis ya no funciona -ella se hinchó, se puso muy mal- cuando me dicen que ya no le funciona y que se tiene que mandar a una función de hemodiálisis, eso es lo terminal, ya de ahí ya no hay muchas opciones, me sentí muy triste", dijo Magali.
En ese mismo mes en una sesión de hemodiálisis, una doctora le preguntó su edad a Magali. Ella le contestó que 18. La doctora le dijo que ella podía ser su donadora y la joven sin pensarlo dos veces se fue a investigar y a comenzar los estudios.
"Yo sabía que ellos podían ser mis donadores, pero no quería sacrificarlos. Cuando supieron mis demás hijos me decían que ellos me daban un riñón, siempre me decían mamá yo te lo doy, mamá yo te lo doy, pero ella (Magali) no me dijo, ni siquiera me preguntó, ella fue a hacerse los exámenes".
En el último de los estudios llamado arteriografía la esperanza de madre e hija estuvo a punto de esfumarse.
"Comenzamos el protocolo (estudios) y todo salió muy bien. La arteriografía fue el examen que más me dolió y estuvimos a punto de suspender la donación por eso. Ese examen consta en agarrar la arteria de la ingle que se traslada a los riñones y hasta el corazón. Te meten un catéter y una aguja y ahí va incluida una cámara para ver tus riñones por dentro, les avientan un líquido para ver que tan buena función tienen. El arterio me lo hicieron en la pierna izquierda, me dieron 5 piquetes, tuve hemorragia y no me la encontraron, me dijeron que ya no se iba a poder porque no me habían encontrado le vena. Y yo les dije -pero tengo otra pierna- y ahí fue donde me la encontraron", dijo Magali.
RECHAZÓ EL RIÑÓN La fecha de la operación de trasplante fue para el 22 de abril de este año. Ambas con la ilusión de mejorar su calidad de vida se sometieron a la cirugía. Magali, en las palabras de su madre y en las propias estaba segura, feliz, pues pensaba que por fin dejarían atrás los días enteros en el hospital, las dolorosas sesiones de diálisis y demás sufrimientos. No fue así. El cuerpo de Catalina rechazó el riñón.
"No tuve mucho tiempo de sentirme bien porque pasaban las horas y yo empezaba a sentirme mal. Me hicieron un ultrasonido y ahí supieron que no estaba llegando sangre ni oxígeno al riñon y que no estaba funcionando. Me metieron a quirófano y me lo extrajeron", dijo Linda Catalina.
Al despertar de la operación nuevamente estaba siendo dializada. No lloró, no gritó, ni maldeció la situación, al contrario, lo tomó con calma para que su hija no la escuchara y no se enterara de lo sucedido.
Por dos días Magali se pasaba de su cuarto al de su mamá para ver cómo estaba. No sabía nada y pensaba que todo estaba bien hasta que Catalina optó por decirle la verdad.
"Yo no lo creía, le dije no me digas eso, empecé a gritar ¡son unos ineptos! ¡unos buenos para nada! no me quitaron una uña, me quitaron un riñón, ¡no es justo! yo que esperaba, si es el Seguro Social, yo les confié a mi mamá y miren cómo me la están entregando.
Sin embargo Catalina la volvió a animar.
-"Pero mira cómo estoy, estoy en un lado tuyo, de pie y eso es lo importante, tal vez no salieron las cosas como lo habíamos esperado, pero Dios nos dio otra oportunidad, espero que Dios me dé el tiempo y la vida para volver a intentarlo, porque yo contigo a un lado voy a intentarlo y a intentarlo hasta que me digan ya no", prosiguió Catalina.
Hoy Catalina continúa luchando contra su enfermedad junto a Magali, sus tres hijos y su esposo. Catalina dice que su principal motor para seguir adelante son sus hijos y que por ellos estará de pie hasta que Dios lo quiera.
"Yo me siento muy afortunada con Dios y la Vida porque me tumba la enfermedad pero me levanto, porque quiero mucho a mis hijos. No sabes lo que son para mí, son un motor muy fuerte".
El regalo del Día de las Madres ya no lo espera porque ya lo recibió.
"Yo le decía que mi riñón iba a ser su regalo de cumpleaños porque cumple años el 30 de abril y también del Día de las Madres, pero pues desgraciadamente...", dice Magali y su madre la interrumpe para continuar... "Es el mejor regalo, fue muy bonito que mi hija se quitara parte de su cuerpo para mí, para verme bien, si no se dieron las cosas Dios sabe por qué, pero vamos a seguir intentándolo. Por eso pedimos a todas las personas que tomen conciencia de lo importante que es la donación de órganos, miles de personas como yo estamos esperando a recibir un soplo de vida", finalizó.
LINDA CATALINA RAMOS
Mamá
MAGALI VALDÉS
Hija donadora
Donación
Algunos aspectos de la donación.
⇒ Existen tres tipos de donación; la cadavérica (personas con muerte cerebral), donador vivo relacionado (consanguíneos), donador no relacionado (no hay parentesco).
⇒ Quienes no cuentan con donador entra a una lista de espera a nivel nacional que se encuentra en el Centro Nacional del Trasplantes.
⇒ Para ser donador voluntario puede acudir a la Clínica 71 al primer piso a Procuración de Órganos.