Mentira. Expertos pusieron en duda las declaraciones de Conrad Murray; las dosis del sedante encontradas en Michael fueron superiores. ARCHIVO
LOS ÁNGELES, EU. Expertos pusieron en duda el testimonio del médico Conrad Murray, acusado de homicidio involuntario por la muerte de Michael Jackson, sobre la dosis de propofol que causó el deceso del "Rey del Pop", informaron ayer medios locales.
En declaraciones a la Policía tras el fallecimiento del cantante, Murray dijo haber inyectado a Jackson una pequeña cantidad ( 2.5 mililitros) del calmante. Sin embargo, el anestesista John Dombrowski, miembro de la American Society of Anesthesiologists, indicó a la web TMZ que esa dosis no habría sido suficiente ni para forzar el sueño.
El informe del forense constató, a su vez, que el "Rey del Pop" tenía en su cuerpo restos de propofol equivalentes a los que se emplean para conseguir una "anestesia general para una cirugía grave".
Mientras la autopsia confirmó que Jackson murió el 25 de junio de 2009 por una intoxicación aguda de fármacos, principalmente propofol.
Murray fue acusado formalmente en febrero pasado de homicidio involuntario por la muerte de Michael Jackson y quedó en libertad bajo fianza en espera del juicio que comenzará el 5 de abril en Los Ángeles.
ES EL 'REY' EN PRISIÓN FILIPINA
Famosos en el mundo entero por sus coreografías, los presos bailarines de la prisión filipina de Cebú han logrado un nuevo hito con su interpretación de This Is It, el documental que rinde tributo al fallecido Michael Jackson. En esta ocasión, mil 500 reclusos vestidos con sus monos naranjas y sus desgastadas zapatillas de goma encarnan en carne y hueso al ejército computarizado que acompaña a Jacko en The Drill, el número que acompaña al tema They Don't Care About Us.