NUEVA YORK, EU.- El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, reclamó un cambio de estrategia en Afganistán en los próximos meses que permita mejorar la grave situación de seguridad y reformar las criticadas instituciones del país.
En un informe al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el máximo responsable de la ONU asegura que las polémicas elecciones presidenciales del pasado agosto "son un retrato de lo que no se ha logrado en Afganistán" ocho años después de la invasión estadounidense que derrocó el régimen talibán.
"Si no se corrigen las tendencias negativas, se corre el riesgo que el deterioro de la situación se vuelva irreversible, lo que no se puede permitir", asegura Ban en el documento remitido a los 15 miembros del principal órgano ejecutivo de las Naciones Unidas.
Asimismo, considera necesario "un cambio de mentalidad" en el Gobierno afgano y en la comunidad internacional para aunar esfuerzos y prestar una mayor atención a los asuntos prioritarios, como el desarrollo.
"Mi firme llamamiento al Gobierno de Afganistán y a la comunidad internacional es, por lo tanto, para que aprovechen los próximos meses para centrarse de una manera coordinada en las prioridades acordadas, para así evitar despilfarros de recursos y conseguir resultados", apunta.
En su informe, Ban también aboga por crear una estructura bajo el paraguas de la ONU que coordine los esfuerzos internacionales y sugiere que la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), bajo el mando de la OTAN, nombre a un representante civil para asuntos políticos y de desarrollo.
Esa estructura de coordinación internacional debe mantener, en su opinión, vínculos con el Gobierno afgano para preparar una futura transferencia de responsabilidades a las autoridades locales.
Para ello, Kabul debe comprometerse reformar sus instituciones, así como a definir prioridades en seguridad y el desarrollo.
Atacante suicida en base de CIA era jordano
El atacante suicida que mató a ocho personas dentro de una base de la CIA en Afganistán era un médico jordano reclutado por la Inteligencia de su país para respaldar a Estados Unidos en su combate a Al Qaeda, confirmó un ex alto funcionario de Inteligencia.
En el atentado murieron siete empleados de la CIA -cuatro funcionarios y tres guardias de seguridad-, así como un miembro de la Inteligencia de Jordania, de acuerdo con otro ex funcionario estadounidense de Inteligencia. Ambos hablaron a condición de guardar el anonimato porque no tienen autorización para hablar con los medios de comunicación.