Haitianos residentes en México reconocieron la solidaridad que han demostrado los mexicanos en el centro de acopio abierto en la embajada de Haití, donde decenas de voluntarios acarrean y clasifican productos que enviarán a la isla.
En la calle, los haitianos, brazo a brazo con los mexicanos, cargan cajas de víveres, papel higiénico, medicamentos y enseres donados para resguardarlos en este centro, ubicado en el número 53 de la calle Presa Don Martín en la delegación Miguel Hidalgo.
Un grupo de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de nacionalidad haitiana integran la cadena humana que organiza la ayuda que va llegado y que será enviada a su pueblo, que quedó casi en ruinas por el terremoto del martes pasado.
En la calle, uno de esos estudiantes, Pierre Wilkenson aseveró que cuando supo del sismo que devastó a Haití él sintió, igual que sus compañeros, 'una gran desolación'.
Sin embargo, dijo a Notimex que le gusta mucho el trabajo que están haciendo los mexicanos para apoyar a su país, y aunque se hayan perdido algunas vidas, 'con el esfuerzo de los mexicanos nos sentimos un poco mejor'.
El joven, quien llegó México desde hace dos años y medio para estudiar en el Politécnico, destacó que algunos de sus connacionales ya han hablado con familiares.
El trabajo sigue y las personas continúan, acarreando, clasificando y empacando los víveres; sólo breves momentos pasan antes de que llegue alguien más con víveres, y es cuando se forma la cadena humana o sólo se traslada la ayuda para depositarla en el lugar que le corresponde.
Wilkenson comentó que tiene conocimiento de que hay 25 haitianos que estudian en el 'Poli', aunque, dijo, hay otros matriculados en diversas escuelas y en otros estados del país.
Cuando se enteraron de lo que había pasado en la isla caribeña, los estudiantes se comunicaron entre sí y con otras personas para saber más de lo sucedido, y desde entonces han acudido a la embajada de Haití en México para colaborar con los mexicanos en el envío de ayuda.
Los estudiantes como él, quien ya cursa una maestría, tienen que ayudarse entre ellos para comunicarse con sus familiares en Haití; la madrugada de ayer, al fin, Pierre Wilkenson pudo comunicarse con su hermano y con algunos amigos.