GRATAS ANÉCDOTAS. Doña Socorro y su hermano Manuel conocieron a Jesús Agustín Castro.
En los recuerdos de doña Socorro Navarrete, viuda de Flores, de 87 años, está muy presente la imagen del general Jesús Agustín Castro, que aunque no eran parientes consanguíneos, la vida los llevó a ser familia de afecto.
Su parentesco
"Mi papá, Manuel Navarrete, se casó con una prima hermana de Agustín, María de Jesús, y tuvieron una hija, ella sí era pariente directa del general. Al morir su mamá mi papá se volvió a casar y fue cuando nos tuvo a nosotros, pero el general siempre nos consideró como de su familia", narra emocionada Socorro.
Cuenta que durante su niñez su hermana mayor, Juanita, fue la que se encargó de criarlos y cada vez que Jesús Agustín Castro iba a visitarla, el general se portaba muy bien con Socorro y sus hermanos los que en aquel tiempo habitaban la casa de la calle Galeana No 36 poniente, en Lerdo.
"Era un hombre muy bueno, muy querido por todos nosotros, pese a que no éramos directamente familiares, nos quería mucho porque como vivíamos ahí con Juanita, su prima hermana, nos visitaba cada 8 días", recuerda.