A la baja. El gasto para seguridad se reduce. EFE
La Cámara de Diputados y el Ejecutivo federal mantienen a la baja el gasto asignado al Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (FASP), destinado a la profesionalización, equipamiento, modernización tecnológica e infraestructura para combatir a la delincuencia.
Sin embargo, además de enfrentar la reducción presupuestal, las entidades han mostrado ser incapaces de gastar el dinero que les llega.
De acuerdo con un análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara Baja, durante los últimos nueve años el presupuesto entregado a las entidades se ha reducido en términos reales en 4 puntos porcentuales, lo que implica un impacto negativo 3 mil millones de pesos.
Al inicio de la administración del presidente Felipe Calderón, el FASP representaba 43.6 por ciento del total del gasto asignado a la seguridad pública, mientras que en el Presupuesto aprobado para 2010, representó 15.8 por ciento.
"Si bien su presupuesto ha crecido en términos nominales, si se descuenta el efecto de la inflación resulta que la tasa real de crecimiento media anual de dichos recursos en los últimos 9 años ha sido negativa en 4 puntos porcentuales, por lo que su participación relativa disminuyó de 43.6 por ciento en 2001 a 15.8 por ciento de 2010", indica el reporte.
En el documento, que será distribuido a diputados y senadores a partir de hoy, se asegura que hay un contraste ante el crecimiento del presupuesto para la Secretaría de Seguridad Pública, cuyos recursos se han incrementado en 19.2 por ciento en los últimos 9 años.
... Y SE LO GUARDAN
En el análisis, se justifica el rezago en el ejercicio de los recursos para seguridad en las entidades con el argumento de que la normatividad es demasiado complicada.
