Tras el envío de una carta explosiva a la Embajada de México en Atenas, Estados Unidos ha incrementado las medidas de seguridad en los procedimientos de revisión de paquetería.
Desde el pasado 8 de noviembre se pide a las autoridades mexicanas responsables del transporte de carga, la inspección de todo el correo aéreo con equipos de rayos X, artefactos para detección de rastros de explosivos y binomios caninos.
Esas medidas, dictadas por la Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA), aplican para la paquetería y mensajería que pase por México, ya sea en transporte de carga o de pasajeros, y tenga como destino final la Unión Americana.
Información indica que no se deben aceptar en transporte de pasajeros paquetes con origen o tránsito en Yemen o en Somalia.
Además, apunta criterios para considerar carga con riesgo elevado, y especifica que todos los paquetes de más de 454 gramos son susceptibles de ser abiertos, inspeccionados y puestos en cuarentena si se detectan elementos que muestren peligro.
Los paquetes se considerarán peligrosos si no hay precisión en la declaración de lo que se transporta, si se paga el embarque a la entrega y si hay elementos de temporalidad y datos sospechosos.
En México los aeropuertos cuentan con revisión de rayos X y la inspección canina estará a cargo de la Policía Federal, pero no se tienen equipos de detección de explosivos para carga aérea. Adquirirlos, según fuentes de aviación, requeriría una inversión millonaria.
