En un lapso de veinticuatro horas se registraron ocho asesinatos en distantes partes de la entidad. Entre las víctimas se encontraba una mujer de nombre Bibiana Tiznado Olivas, de 20 años de edad.
La joven fue encontrada asesinada de varios disparos junto a su pareja por una brecha que conduce a la sindicatura de Pericos, en el Municipio de Mocorito, al lado de una camioneta calcinada.
Sobre un camino que conduce al fraccionamiento La Primavera, en la salida sur de la ciudad capital, fue hallado el cadáver de un hombre de 30 años de edad, con un narcomensaje que lo señala como delincuente.
Germán Pacheco González, de 22 años de edad, fue encontrado atado de pies y manos, muy cerca del fraccionamiento Tabachines, en la ciudad de los Mochis.
En tanto que en el poblado de Pichilingue Verano, en el municipio de Mazatlán, dos personas fueron víctimas de un atentado mientras paseaban a caballo, Rosaura Rojas Portillo, de 54 años de edad, perdió la vida en los hechos, en tanto que su hijo de 16 años, herido, logró huir y solicitar auxilio.
Antonio Moreno Lizárraga, de 68 años de edad, fue encontrado asesinado muy cerca del poblado de Mármol, en la salida norte del puerto de Mazatlán.
En ese municipio, entre un grupo de jóvenes que jugaban con un arma a la “ruleta rusa”, Edgar Covarrubias Azuaera, se pegó un balazo en la cabeza.
La octava víctima, cuya identidad aún no se establece, murió en un hospital luego de ser víctima de una agresión a balas en la colonia Laureles de los Pinos.
