Detrás de la decisión de la Secretaría de Hacienda de restringir las operaciones cambiarias en ventanillas de bancos y casas de cambio, está el fantasma de la Operación Casablanca, uno de los episodios más negros en la compleja relación entre México y Estados Unidos
El escándalo, hace una década, desnudó la facilidad con que en este país se puede lavar el dinero del narcotráfico, colocando de pasadita a tres bancos nacionales en la picota.
Digamos que un grupo de ejecutivos de éstos cayeron de lleno en una ratonera colocada por agentes encubiertos de la DEA, es decir la agencia antinarcóticos del país vecino.
De pronto, alguno de ellos llegó a una sucursal con un grueso bulto de dólares que logró cambiar sin problema alguno por pesos, repitiéndose varias veces la operación en diferentes intermediarias, hasta ganar la confianza de los ejecutivos.
Éstos serían convocados a una reunión con la que se convendrían montos de flujos semanales. La cita era en el Hotel Casablanca de Las Vegas, gastos pagados al calce, suites y hasta fichas para jugar en las mesas...
El caso es que la fiesta se volvería pesadilla al ser apresados, en un escenario que provocó la ira de la Secretaría de Hacienda, regañada al calce a los dueños de las intermediarias involucradas.
El hecho es que de pronto, hace unas semanas, el Departamento de Estado lanzó un manotazo a la mesa, exhibiendo informes que hablaban de miles y miles de operaciones cambiarias gigantes, producto del narcotráfico, cuya magnitud había logrado el milagro de revaluar la cotización peso-dólar, tras el impasse iniciado en octubre de 2008, cuando el nivel coqueteó con los 15 pesos.
El espectro, pues, de la operación Casablanca estaba latente.
La paradoja del caso es que los bancos reaccionaron más rápido que el gobierno. De pronto, por ejemplo, Banamex y Bancomer decidieron curarse en salud restringiendo la venta de divisas a niveles inferiores a 500 dólares.
Santander, a su vez, haría lo propio días más tarde, en una ruta que seguiría Banorte, con una variable: sus clientes podrían cambiar hasta mil dólares, cuyo monto a favor se les depositaría en su cuenta.
El problema, naturalmente, es que el movimiento acumulaba para efectos del impuesto de dos por ciento para depósitos en efectivo.
El caso es que mientras el Banco de México se lavaba las manos advirtiendo que la responsabilidad de avalar o rechazar la medida era de la Comisión de Cambios en la que participa también la Secretaría de Hacienda, ésta le dio el sí.
De hecho, la promesa habla de fijar reglas para ordenar el esquema, sólo que como las cosas en Palacio caminan despacio...
Ahora que las casas de cambio alertaron de inmediato de la posibilidad de un mercado negro de dólares, dada la gran cantidad en circulación.
De hecho, se hablaba de que ante el cierre de ventanillas de los bancos la gente estaba atiborrando sus bodegas, sin posibilidad inmediata de empatar la sobreoferta con la demanda.
Lo insólito, más allá, es que en el embate los billetes verdes se están vendiendo hasta en 10 u 11 pesos.
Lo cierto es que atribuido originalmente el exceso de oferta al regreso de capitales golondrinos ante la incipiente recuperación económica del país, la teoría no empataba con las cifras de inversión productiva realizada por nacionales.
Más allá, se habló del crecimiento de las exportaciones hacia los Estados Unidos. Sin embargo, aunque en un nivel menor, las importaciones también empezaron a repuntar, lo que equilibraría flujo y reflujo.
Por lo pronto, los empresarios están hablando ya de un sofisticado esquema para revivir el control de cambios, al que en su momento se culpó de provocar una y otra devaluaciones durante el gobierno del ex presidente José López Portillo.
Ya regresó Carlos Tello, se dice en susurros.
Mientras tanto, los especuladores se frotan las manos.
BALANCE GENERAL
Renuente a comprometerse a tener lista su conclusión en relación con la investigación encargada por la Suprema Corte a dos Magistrados de Circuito sobre el incendio en la guardería ABC de Hermosillo antes del primer aniversario de éste, de pronto resultó que el ministro Arturo Zaldívar trabajó horas extras.
Y de pronto, además, resultó que, a contrapelo de la desesperación de último minuto con que llegaron a sus oficinas los secretarios de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, el ministro ponente sí avaló las conclusiones de la indagación.
Hubo negligencia de la autoridad para tomar las medidas pertinentes para proteger la guardería en la posibilidad de un suceso tal, pero también desde el momento en que se permitió, a contrapelo de la ley, la existencia de guarderías subrogadas.
En ese tenor, hay 14 presuntos responsables, empezando por el ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours, y continuando por el actual director general y su antecesor en el Seguro Social.
El golpe provocó una reunión de emergencia de la plana mayor del organismo.
Lo curioso del caso es que la ponencia se hizo pública cuando se había convocado a la representación obrera ante el Consejo Técnico del Seguro Social a dar su testimonio ante el ministro-ponente.
Se diría, pues, que al cuarto para las 12 llegó la consigna de golpe de timón.
PRECIOSO Y MOROSO
En un inaudito que desnuda una vez más la prepotencia del llamado "gober precioso" de Puebla, Mario Marín, sus subordinados se niegan a cubrir una deuda de más de 40 millones de pesos con la firma constructora Coconal.
La factura cubre la modernización de un tramo carretero de cuatro carriles que une Chachapa, Amozoc y Tepeaca, cuya obra se inauguró el 14 de marzo de 2007, un año después de iniciadas las tareas.
A partir de entonces la firma encabezada por Héctor Ovalle se metió en un espeso laberinto ante las argucias de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas para incumplir el compromiso.
Llevado el asunto a los tribunales, el gobierno de Marín, perdido el round, buscó un amparo que fue escalando los tribunales hasta llegar, en el inaudito, a la Suprema Corte de Justicia, quien desechó la solicitud.
La resolución llegó el 14 de mayo pasado.
El caso es que ni así, es decir agotadas todas las instancias, el gobierno del gober moroso sigue en las mismas.
No pago, y hazle como quieras. Total cóbrale al que sigue.
LLUVIA DE AMPAROS
Aunque la furia de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Comisión Federal de Telecomunicaciones se lanza contra Iusacell a quien culpa de querer aguarle con amparos la fiesta a Televisa-Nextel, colocada la mesa para que se sirvan a su gusto en la licitación del espectro radioeléctrico en la banda de 1.7 y 1.9 gigahertz para telefonía móvil, lo cierto es que ésta no es la única inconforme.
También Avantel y Multivisión han presentado recursos para detener el proceso, alegando causales similares a las de la telefónica del Grupo Salinas.
En total existen en los tribunales 41 procesos entre juicios de amparo y nulidad.