Cada quien en un rincón. Los pequeños de la escuela Zaragoza Sur tampoco cuentan con escritorios en las aulas móviles.
En el regreso a clases no todo ha sido alegría para los alumnos de preescolar, primaria y secundaria. Algunos encontraron su escuela en peores condiciones que el ciclo escolar pasado: sin bancas, sin vidrios ni ventanas, mientras que otros deberán seguir soportando el hacinamiento de las casas de renta que sus padres acondicionaron como salones provisionales.
Y es que el pasado lunes en Coahuila regresaron a clases cerca de un millón de alumnos y más de 52 mil docentes de todos los niveles: en educación inicial 21 mil 106 alumnos, educación especial 29 mil 558, preescolar 115 mil 487, primarias 361 mil 315, secundaria 149 mil 839 alumnos, profesional 13 mil 325, bachillerato 77 mil 265, educación normal 6 mil 442, educación superior licenciatura 68 mil 210 alumnos, y en posgrado 4 mil 580 alumnos y 50 mil 517 docentes, de 5 mil 967 escuelas.
Se estima que en la Comarca Lagunera de Coahuila unos mil 800 alumnos de Educación Básica deberán seguir en casas de renta o en aulas móviles sin aire acondicionado, hacinados, y en condiciones infrahumanas.
Por ejemplo: desde el ciclo-escolar pasado, casi 200 niños de la primaria de nueva creación de la colonia Joyas de Torreón, estudian en seis casas de renta del fraccionamiento Villas del Bosque porque el Ayuntamiento no ha liberado el terreno que la Secretaría de Educación y Cultura necesita para construir la escuela.
Frente a la escuela hay un área que en teoría debería ser verde pero sólo hay matorrales y hierbas. En muchas ocasiones los papás y los maestros han pedido al Ayuntamiento árboles, contenedores, y mantenimiento, pero nada.
En esas condiciones, los niños no tienen un lugar para jugar, y sólo les dan 20 minutos de recreo por las altas temperaturas.
Otro ejemplo de las pésimas condiciones en que estudian los alumnos es la primaria de Nueva Creación La Rosita.
En esta escuela conformada por aulas móviles, algunos niños tienen como escritorio el tronco de un árbol y un block como silla. Otros se sientan en el suelo y usan sus piernas de apoyo para escribir.
También hay quienes prefieren estar de pie mientras su maestro les explica la lección del día.
Para los niños es difícil concentrarse en las lecciones de sus maestros.
