"La mayor innovación de la
Banca en los últimos 20 años
Es el cajero automático."
Paul Volcker
Avos, Suiza.- Sin duda la discusión más intensa en el Foro Económico Mundial de Davos de este año tuvo que ver con la regulación de la banca. La reunión se llevó a cabo días después de que el presidente Barack Obama de Estados Unidos anunció un plan para restringir las actividades de los bancos, en lo que los analistas han llamado la regla Volcker, por Paul Volcker, el asesor económico de la Casa Blanca. El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, pronunció un intenso discurso en Davos sobre la necesidad de establecer un nuevo Bretton Woods con el propósito de "moralizar al capitalismo". Algunos de los directivos bancarios más importantes parecen haber aceptado que habrá una nueva regulación, por lo que están buscando simplemente que sea lo más suave posible.
Estamos viendo un intento por castigar a la banca por los pecados que supuestamente generaron la crisis de 2008-2009. Habrá que preguntarse, sin embargo, si la crisis fue provocada solamente por ella, sin la colaboración de las autoridades financieras.
Larry Summers, el director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, defendió en Davos las nuevas propuestas de regulación, pero nunca consideró la pregunta crucial: ¿dónde estaban los reguladores cuando la banca cometía los pecados que provocaron la crisis? El actual secretario del Tesoro, Timothy Geithner, era presidente de la Reserva Federal de Nueva York. El sistema bancario estadounidense es, de hecho, uno de los más regulados del mundo, pero los reglamentos son dispersos: hay muchos reguladores y hoyos en el sistema.
Muchos bancos cometieron pecados, pero no todos. Por ejemplo, ninguno de los bancos canadienses, como lo dijo el primer ministro de Canadá Stephen Harper, tuvo que ser rescatado. Los bancos españoles se han mantenido también a flote, a pesar de que el desplome de la economía española ha sido mucho mayor que el global. Las instituciones financieras que se metieron en problemas, como el Royal Bank of Scotland, Citigroup o la aseguradora AIG, lo hicieron en buena medida por comprar productos financieros de alto riesgo, pero buscaban rendimientos reales ante una política de tasas negativas de interés de la Reserva Federal.
Los directivos bancarios se equivocaron al aprobar la compra de derivados o paquetes hipotecarios, pero lo hicieron porque las calificadoras los consideraban AAA. Por otra parte, el Gobierno de Estados Unidos, a través de instituciones como Freddie Mac y Fannie Mae, impulsaba la contratación de hipotecas aunque los contratantes no tuvieran capacidad de pago. Los reguladores bancarios y financieros cerraban los ojos y hablaban de la Gran Moderación, la eliminación de las crisis financieras gracias a la tecnología y a la propia sapiencia de los reguladores.
Los gobernantes del mundo quieren hoy evitar las crisis futuras aumentando las restricciones a la operación de la banca. Quieren también crear nuevos impuestos, que sólo elevarán el costo de los servicios y serán una nueva barrera al acceso de los pobres a la banca. Quizá solamente actúan por el interés natural de los burócratas en ampliar las burocracias.
No hay regulación suficientemente detallada que prevea todo abuso posible. Más sentido es tener regulaciones sencillas y sensatas, pero con reguladores que realmente hagan su trabajo, como aparentemente lo hicieron los canadienses.
Quizá sea verdad que éste es un momento para rediseñar los reglamentos bancarios. Pero no se trata de hacerlos más burocráticos sino más inteligentes.
FAMILIAS
Para "proteger la familia", la PGR ha presentado una controversia contra la ley del matrimonio gay del D.F. El artículo cuarto de la Constitución, efectivamente, dice que la ley "protegerá la organización y el desarrollo de la familia". No entiendo, sin embargo, por qué para proteger la familia hay que discriminar a un grupo de mexicanos impidiéndoles formar familias.