Funcionarios del estado de Massachusetts indicaron hoy que los dos millones de residentes de Boston que están sin servicio de agua potable desde el sábado recibirán el preciado líquido en al menos dos días.
Cuadrillas de trabajo tratan de reparar la tubería fracturada desde el sábado, cuando el gobernador Deval Patrick declaró estado de emergencia por la situación.
Una de las principales tuberías de agua potable de tres metros de diámetro se rompió y residentes de la ciudad y unas 30 comunidades en la zona oriental del estado se quedaron sin agua potable.
Las autoridades estatales dijeron que no podían explicar exactamente lo que causó la ruptura de un collar de conexión entre dos tuberías principales de agua.
El representante en la Cámara Robert A. DeLeo dijo que convocará audiencias para esta semana para investigar el fracaso, mientras que la Fiscal General Martha Coakley indicó que revisaría los informes sobre la especulación de precios en almacenes en la venta de agua embotellada.
La ruptura en la tubería, que se encuentra cerca de la intersección de las carreteras interestatales 90 y 95, en Weston, Massachusetts, obligó al estado a usar depósitos de reserva de agua no tratada y no potable, a menos que sea hervida por lo menos un minuto.
Entre tanto funcionarios estatales y locales verificaban que el agua estuviera disponible para poblaciones vulnerables, como en los asilos de ancianos.
El domingo las temperaturas en el área alcanzaron los 27 grados de temperatura por lo que las personas acudieron de forma masiva a las tiendas de abarrotes en busca de agua embotellada, en medio de informes dispersos de escasez.
El estado ordenó dos millones 500 mil galones de agua potable y pidió al gobierno federal ayuda en suministros adicionales de ser necesario.
La autoridad proporciona agua y alcantarillado a 43 por ciento de los seis millones 600 mil residentes del estado.