Patrimonio. La Hacienda de La Loma ha sido declarada por el INAH Monumento Histórico.
Como el Fénix, La Hacienda de La Loma resurge entre el polvo del recuerdo y la ceniza del pasado. Y es que a menos de cinco meses de haber iniciado la restauración del histórico inmueble ubicado en el ejido La Loma, a 40 kilómetros de Torreón, sus paredes ya lucen limpias, pintadas, la mayoría de la cantera tanto de los arcos como de las columnas, restaurada y el piso a punto de ser instalado.
Las labores de restauración, en las que se involucra un centenar de habitantes del ejido, fueron posibles a través de la aplicación del Programa de Empleo Temporal (PET) en el estado de Durango. Un proyecto impulsado por la Secretaría de Desarrollo Social y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta).
Cerca de dos millones de pesos fueron destinados para la primera parte del proyecto de restauración, que incluye tres etapas. La primera consistió en la limpieza general de la hacienda, el retiro de la basura y el escombro que el paso de los años hereda y la demolición minuciosa de todos los espacios que representaban peligro para quienes ingresaban al interior.
En la segunda etapa carpinteros y albañiles del ejido de La Loma supervisados por el arquitecto Márquez del INAH, levantaron los muros, devolvieron el color a las paredes y le impidieron al sol y la lluvia que se colara a través de los techos, que volvieron a recuperar su imponente altura y la firmeza que la madera transmite al edificio.
La etapa final, dará paso a que un nuevo capítulo se inscriba en los anales de la historia de la hacienda algodonera, construida en 1798 por el español José Zambrano y que tuvo como dueños a la familia Arriaga y los hermanos Gardé, quienes establecieron su poderío en la comarca con este latifundio de 57 mil hectáreas de tierra labriega.
La reparación de la cubierta del segundo patio, el resane de los techos, la colocación de viguería de madera de pino, y los trabajos de pintura e impermeabilización, le han dado un cambio al inmueble, del cielo a la tierra, dice uno los albañiles que de manera artesanal reconstruye uno de los detalles al interior de la capilla.
LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA
La Hacienda de La Loma, declarada Monumento Histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, actualmente ofrece a los visitantes su servicio como Museo Comunitario, es administrada por los habitantes del ejido y está abierta todos los días de 8:00 de la mañana a 8:00 de la noche, realizando recorridos especiales y programados a quienes los soliciten a través de la Dirección de Arte y Cultura de Lerdo, cabecera municipal del ejido.
"Nosotros principalmente lo que queríamos era la restauración y conservación de la hacienda, porque lógicamente esto nos permite ofrecer mejor servicio a los visitantes a través del museo comunitario, en estos momentos estoy tratando de organizar un patronato que nos permita llevar hasta el final la restauración y ofrecer un programa cultural", comentó orgulloso de la hazaña Alberto Antúnez, administrador y guía del inmueble.
Más de 15 personas han sido beneficiadas de manera temporal con este proyecto de restauración, sin embargo el objetivo de la comunidad no solamente es trabajar de manera temporal en torno al rescate de La Loma, sino realizar un proyecto a largo plazo que convierta el ejido y la hacienda en un punto turístico atractivo, que detone la economía del lugar.
"En estos momentos estamos enfocados en los trabajos de restauración porque queremos que estén listos para el 15 de septiembre, sin embargo ya estamos tratando de pensar cómo podemos atraer a los turistas, y esto significa ofrecer algún tipo de servicio de entretenimiento, además de bienes de consumo, como alimentos y detalles, ofrecidos al cien por ciento por habitantes del ejido La Loma", agregó el entusiasta guía.
Entre anécdotas de los visitantes, historias que hacen parte de la tradición popular del lugar y evocaciones al pasado revolucionario del inmueble, Antúnez dice que uno de los principales logros de la restauración es lograr adquirir los recursos desde y para la misma comunidad, lo que causó tanto impacto regional que un grupo de habitantes de la Hacienda de La Goma, ya les solicitó asesoría.
EL FUTURO CERCANO
Sin embargo a pesar de que los muros de la propiedad guardan celosamente los secretos de la historia que más tarde son motivo de estudio, el inmueble luce vacío, no cuenta con una línea museistico y los servicios que ofrece son mínimos, para la magnitud de la imponente finca de estilo colonial mexicano levantada en 1798 con el nombre de la Hacienda de la Santísima Trinidad de la Labor de España.
Por esta razón el encargado elabora un proyecto, además de la constitución del patronato, para solicitar en donación y comodato a muchas familias de Lerdo y Gómez Palacio, que adquirieron a través de los años, muebles originales de la hacienda, tanto de la época del porfiriato como de inicios del siglo XX.
"Estamos trabajando en las solicitudes necesarias que nos permitan recibir asesoría de diferentes instituciones culturales, para contar con la asistencia profesional de historiadores, curadores y todas las personas que se quieran sumar al rescate total de la Hacienda de La Loma", puntualizó Alberto, quien además heredó de su padre la administración del inmueble histórico.
ALGO DE HISTORIA
Para nueve de diez habitantes del ejido La Loma, la hacienda significa el espacio en el que pasó una noche el presidente Benito Juárez en 1864 y donde se nombró general en jefe de la División del Norte Francisco Villa en 1913. Sin embargo muchos desconocen que en torno a La Loma, sucedieron importantes movimientos socio - políticos y económicos que de por sí son un patrimonio histórico.
Los libros de historia también mencionan que la Hacienda de La Loma es uno de los primeros ejemplos de un inmueble algodonero, el archivo histórico de la Universidad Iberoamericana también registra que este importante punto, fue clave dentro de las misiones jesuitas, hechos y situaciones que hacen que el valor de la hacienda sea mayor.
LO INCIERTO
En la actualidad no se sabe a ciencia cierta quién es el propietario legal del terreno donde se ubica el casco de la Hacienda de La Loma, ni existe un nombramiento oficial de alguna institución que delegue la administración del inmueble histórico.
Como es patrimonio histórico, según la declaración del Instituto Nacional de Antropología e Historia, la hacienda está protegida, sin embargo quienes han asumido de manera "formal", el cuidado, mantenimiento y administración de la misma, son los habitantes del ejido La Loma, en cabezados por Alberto Antúnez, quien además administra los trabajos en coordinación con el equipo del INAH.
MESES
Ha tardado el rescate de la hacienda por la comunidad.
MILLONES
De pesos se destinaron para esta primera parte.
Ecos de la Revolución
El 29 de septiembre de 1913 una reunión que tuvo lugar en la Hacienda de La Loma, cambió la historia de la primera revolución social del siglo XX, Tomás Urbina, Calixto Contreras, Maclovio Herrera, Eugenio Aguirre Benavides y Domingo Yuriar, jefes revolucionarios de Chihuahua y Durango, integraron uno de los ejércitos revolucionarios más importantes en la historia del país, la División del Norte, que tuvo como general en jefe a Francisco Villa.
Algunas imágenes que se encuentran en la hacienda algodonera que actualmente alberga al museo comunitario "División del Norte", le cuentan a los escasos viajeros que penetran en su interior, que allí estuvo el general Villa con sus hombres. Aun cuando la construcción erigida en 1798 por el español José Zambrano, y nombrada originalmente Hacienda de la Santísima Trinidad de la Labor de España, tiene vestigios interesantes que hablan de muchas más cosas, a los habitantes del ejido La Loma del municipio de Lerdo, parece no recordar más que el paso del centauro del norte por estas tierras laguneras.
Un testigo implacable
La Hacienda de la Loma ha presenciado:
⇒ El auge algodonero.
⇒ El paso de Benito Juárez durante su huida a Estados Unidos.
⇒ El nombramiento de Francisco Villa como general en jefe de la División del Norte.