Fenómeno. El Siglo de Torreón a principios de 2008 tuvo contacto con pobladores de Tamazula, quienes expresaron preocupación por los constantes movimientos de la tierra. EL SIGLO DE TORREÓN
Hasta tres sismos al día, de entre 3 y 3.5 grados en la escala de Richter y a una profundidad de 3.5 kilómetros, se registran en la zona de Las Quebradas, en Durango, región que se encuentra bajo un monitoreo intensivo debido a los eventos geológicos extraordinarios que persisten desde el domingo pasado en varias entidades del país.
Juan Espinosa Luna, especialista en el tema del Centro de Ciencias de Sinaloa (CCS), informó que los movimientos telúricos extraordinarios se mantienen desde el pasado 4 de abril en gran parte del país, porque tras un fenómeno en Guatemala, hubo diferencia de horas con sismos en Chiapas, Oaxaca, costas de Sinaloa y Baja California. Es decir que los fenómenos han ido de abajo hacia arriba bordeando la costa.
ANTECEDENTES En Durango, en los municipios de Topia, Canelas y Tamazula, se han registrado temblores más fuertes en 2009, razón por la cual el CCS no ha dejado de poner atención al estado. Espinosa Luna reconoció que existe preocupación por lo sucedido en Mexicali, ya que "se sale del contexto normal por los cientos de réplicas y el brote de agua del subuelo".
EFECTO DOMINÓ El martes pasado, expertos estadounidenses advirtieron que el temblor que se registró el domingo pasado en el Sur de la ciudad de Mexicali podría tener un efecto dominó en las fallas geológicas en ambos lados de la frontera.
Información difundida por agencias noticiosas citó a Debra Kilb, del Instituto de Oceanografía Scripps en La Jolla, California, quien dijo que el sismo de 7.2 grados en la escala de Richter podría redistribuir la tensión y la energía entre fallas geológicas.
Explicó entonces que el temblor del domingo pasado se registró sobre la falla de la Laguna Salada, la cual se conecta con la de San Andrés -que mide unos mil 200 kilómetros- y ésta con otras fallas a lo largo de California.
La falla de San Andrés nace en la zona de Eureka en California, pasa cerca de San Francisco y continúa hasta cruzar la frontera y desembocar en el Valle de Mexicali, en la región donde este domingo ocurrió el movimiento sin precedentes en más de un siglo.
