La Iglesia católica argentina calificó hoy como 'muy grave' la aprobación por parte de la Cámara de Diputados de la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, iniciativa que pasó para su debate definitivo al Senado.
El obispo Antonio Marino, miembro de la Conferencia Episcopal, dijo a periodistas que el aval de la iniciativa 'es muy grave, no representa ningún progreso porque va a cambiar de manera revolucionaria el concepto de sociedad y de familia'.
Con 125 votos a favor y 109 en contra, la Cámara Baja aprobó esta madrugada una modificación al Código Civil vigente para que los matrimonios ya no se permitan sólo a 'un hombre y a una mujer', sino que se hable de 'contrayentes' y 'cónyuges'.
La iniciativa legal abre la puerta de esta manera al matrimonio en Argentina de personas del mismo sexo, que tendrán beneficios de jubilación, seguro médico y todo tipo de prestaciones sociales, además del derecho a la adopción.
Marino insistió en que la igualdad de derechos entre heterosexuales y homosexuales es 'una revolución conceptual y cultural sobre la cual la Iglesia no está de acuerdo'.
Estimó que lo más grave de la aprobación que logró la reforma al Código Civil en la Cámara Baja es que las parejas homosexuales podrán adoptar, lo que prueba que los diputados 'no consideraron' los derechos de los niños.
Las adopciones de parejas del mismo sexo, advirtió el obispo católico, niegan 'la evidencia científica' y le quitan al menor 'el derecho a crecer y desarrollarse en su dimensión psicosexual que requiere de la presencia masculina y femenina'.
Marino añadió que 'si hay cuestiones médicas o psicológicas todavía por comprobar, no se puede estar experimentando con el bien superior del niño'.
En suma, advirtió, la 'reingeniería' conceptual para llamar matrimonio 'a otras realidades que no lo son, nos parece grave', porque 'matrimonio viene de mater, madre, mujer que se une con un varón, de un varón que se une con una mujer'.
