Las causas. El año pasado ocurrieron mil 235 defunciones maternas, de las cuales 207 fueron a causa de neumonías atípicas.
Son quienes buscan dar vida, pero mueren. Son las mamás que se quedan en el camino. Las mujeres cuyo perfil ha cambiado.
En los últimos años, el rostro de la muerte lo mismo unió el destino de las indígenas pobres de siempre que el de las adolescentes embarazadas, con el de las profesionistas de más 35 años y con el de aquellas que dan todo por embarazarse, aún a pesar de tener enfermedades terminales, como el cáncer o cardiopatías, a sabiendas de que arriesgaron su vida.
En los últimos 20 años, la mortalidad materna iba en descenso en México, hasta que en 2008 y 2009 las cifras volvieron a dispararse ligeramente. En especial, en 2009 en el que la influenza A H1N1 sumó víctimas entre las embarazadas.
En total, de acuerdo con cifras estimadas, el año pasado ocurrieron mil 235 defunciones maternas, de las cuales 207 fueron a causa de neumonías atípicas.
En años anteriores, la mortalidad materna asociada a enfermedades respiratorias agudas graves no rebasaba los 30 casos.
El Gobierno se había comprometido en las metas del Milenio ante la ONU, a lograr que se redujera en México la tasa de mortalidad materna para 2015, a 22.5 muertes por 100 mil habitantes. Pero la meta está lejos de alcanzarse. Actualmente la tasa es de 59 muertes maternas cuando para estas fechas debería ubicarse en 40.
El funcionario médico del IMSS considera que a pesar de los esfuerzos gubernamentales se siguen muriendo mujeres debido a que existe un descuido por parte de ellas en la salud previa al embarazo.