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Requiere Chile 30 mmdd

AP

El heroísmo y el vandalismo dominaban las ciudades de Chile ayer a medida que equipos de rescate desafiaban réplicas en busca de sobrevivientes y el Gobierno enviaba soldados y establecía toques de queda para frenar saqueos.

En Concepción, los saqueadores, después de atacar un supermercado de cuatro pisos, se abalanzaron contra dos farmacias robando todo lo que hallaron a su paso. Uno de los policías antimotines que rechazó identificarse dijo que "no podemos hacer mucho, estamos rebasados".

Desde el tercer piso de un edificio sujetos lanzaban cajas al suelo, donde se las peleaban. Funcionarios dijeron que 500,000 casas fueron destruidas o sufrieron serios destrozos y la presidenta Michelle Bachelet anunció que "un cada vez mayor" número de gente se encontraba desaparecida.

"Estamos ante una catástrofe de tal magnitud impensable, que requerirá un gigantesco esfuerzo" para que Chile se recupere, dijo Bachelet. La mandataria también pidió ayuda internacional para atender los daños y las necesidades de la población tras el terremoto de 8.8 grados.

Por otro lado, el ministro de Defensa, Francisco Vidal, dijo durante una rueda de prensa que la Marina erró al no alertar el maremoto.

"La verdad, aunque duela", dijo el ministro. "La Marina cometió un error al no alertar el maremoto. Afortunadamente cuando se produce la evaluación se activa el sistema que la propia unidad tiene, eso ayudó a salvar centenares, sino miles de personas", dijo el ministro.

"Con ese sistema, a pesar del error de diagnóstico, se pudo avisar y la gente pudo arrancar hacia los cerros".

Agregó que "sin ese aviso previo, tendríamos que lamentar más víctimas", explicó.

Poco después del terremoto el sábado, Bachelet descartó la posibilidad de un tsunami y señaló que se esperaban "olas de gran tamaño", pero no un tsumani.

Sin embargo, varias localidades costeras fueron arrasadas luego por lo que las autoridades admitieron que fue un tsunami.

Las autoridades han estimado en dos millones los damnificados, 1.5 millones de casas afectadas de las cuales medio millón estaban inhabitables.

El portal de Internet de la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior (ONEMI) reportó que la región de Maule es donde hubo el mayor número de muertos: 541 y cuatro desaparecidos.

En la zona de O'Higgins hubo 46 fallecidos y dos desaparecidos, mientras que en la región metropolitana de Santiago se reportaron 36 muertos y cinco desaparecidos.

El presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, estimó ayer en 30 mil millones de dólares (mmdd) el costo de la reconstrucción tras el terremoto registrado la madrugada del sábado en Chile, cifra que equivale al 15% del Producto Interno Bruto (PIB).

Piñera, quien asumirá la Presidencia el 11 de marzo, dijo que sólo la reconstrucción de las alrededor de 500 mil viviendas que sufrieron daños sustanciales, ascenderá a 20 mil millones de dólares y otros 4 ó 5 mil millones para la reparación de hospitales.

Señaló que a esa cifra se debe sumar la reconstrucción de carreteras, puentes, infraestructura de telecomunicaciones, puertos y aeropuertos, lo que arroja una cifra del orden de los 30 mil millones de dólares.

"La reconstrucción será una labor prioritaria de nuestro futuro Gobierno", dijo el presidente electo, quien aclaró que aún deberá hacerse un estudio minucioso de los costos de los daños para establecer cifras exactas.

El terremoto de 8.8 grados Richter que azotó al país la madrugada del sábado, dijo, no estaba en su programa de Gobierno "pero ocurrió y enfrentaremos la gigantesca labor de reconstrucción".

 REPORTA BACHELET 708 MUERTOS

La presidenta chilena, Michelle Bachelet, reportó que el número de muertos al momento asciende a 708, tras el terremoto de 8.8 grados en la escala de Richter que se registró la madrugada del sábado el Centro-Sur de Chile.

La mayor parte de las víctimas se produjo en la región del Maule, con 541, seguida de Bío Bío, con 64, y las 103 restantes en las otras seis regiones afectadas, donde además hay dos millones de damnificados.

En un discurso ofrecido en la capital del país, la presidenta saliente decretó estado de catástrofe en las regiones de Maule y Bío Bío, las regiones más afectadas por el sismo, donde a su vez, ordenó reforzar la presencia de las fuerzas de seguridad.

Luego de una reunión de coordinación con su Gabinete, la mandataria dispuso también la distribución de raciones de alimento y agua en las zonas afectadas, y la instalación de hospitales de campaña en donde las clínicas hayan quedado fuera de operación por el sismo.

"Estamos ante una catástrofe de tal magnitud impensable, que requerirá un gigantesco esfuerzo de todos los chilenos", dijo tras una reunión de más de seis horas con sus ministros y los generales de las Fuerzas Armadas y la Policía.

"Hacemos un llamado a todas las autoridades, tanto civiles como militares y privados, para ponerse a disposición en la colaboración de la multiplicidad de tareas que se vienen por delante", añadió.

En tanto, el presidente electo Sebastián Piñera, quien debe asumir el cargo el 11 de marzo, se trasladó hacia la región del Maule, donde anunció un plan de reconstrucción llamado Levantemos Chile.

 REANUDA AEROPUERTO SUS OPERACIONES El aeropuerto internacional de Santiago reanudó ayer en forma parcial sus operaciones, con el arribo de un avión de la aerolínea LAN procedente de Perú, 24 horas después del terremoto que destruyó el Centro-Sur de Chile.

Padre e hija caen de 13 pisos... y viven

Cuando su apartamento ubicado en el piso 13 comenzó a temblar, Alberto Rozas sujetó a su hija de 7 años en la puerta del baño y esperó a que terminara.

En cambio, cayeron.

Trece pisos se precipitaron mientras el edificio de apartamentos en el que residían se vino abajo como un árbol, y ellos se abrazaron durante la caída.

Rozas no sabía hacia dónde era arriba hasta que vio a través de la destartalada ventana del apartamento y "había luz, la luz de la luna llena".

Rozas y su hija, Fernanda, treparon y salieron de los escombros con apenas cortaduras, raspones y moretones. "El terremoto y la caída fue todo una sola cosa, horrible", dijo Rozas ayer. "Yo la abrazaba y ella nunca me dejó".

Los vecinos de Rozas que vivían al final del pasillo quedaron atrapados bajo la estructura, mientras los rescatistas intentaban romper el concreto con sierras eléctricas y martillos mecánicos.

"No tenemos aparatos con escucha ni cámaras", dijo Ian Argo, un comandante de bomberos.

Hasta el domingo, 23 personas habían sido rescatadas vivas y 7 cadáveres extraídas del edificio Río Alta de 15 pisos. Se estima que 60 personas seguían atrapadas.

Socovil, la empresa que inauguró el edificio de concreto y vidrio en junio, emitió un comunicado diciendo que habían cumplido con todas las regulaciones urbanísticas. Pero muchos residentes estaban furiosos.

"La construcción obviamente era deficiente", dijo Rozas.

Abel Torres, de 25 años, tenía una vista del río Bío Bío River desde su apartamento en el sexto piso. Recién llegaba a casa de su empleo en un bar cuando comenzó el sismo a las 3:34 a.m.

"Mi televisión me cayó encima y de repente vi estrellas pasando por mi ventana", dijo.

Torres y su compañero de apartamento juntaron muebles para llegar a la ventana, y escaparon sin ropa y cubiertos en polvo.

En el segundo piso, Maribel Alarcón y su esposo Gunther corrieron a atender a su hijo de 2 años, Oliver, cuando comenzó a llorar momentos antes del temblor.

Su preocupación los salvó: la habitación de Oliver fue el único espacio de su vivienda que se mantuvo en pie.

"Rezamos mucho", dijo Alarcón. "Y si Dios nos permitió sobrevivir, fue porque alguien iba a rescatarnos".

Nueve pisos más arriba, Rozas dormía con su hija cuando el temblor comenzó.

"Había polvo, ruido, todo cayendo", dijo. "Nos metimos en el marco del baño. Después vino la caída. Finalmente terminó de caer."

'El mar se llevó autos, casas, todo, todo'

En la zona costera de Chile afectada ayer por uno de los peores terremotos de la historia no quedó piedra sobre piedra.

"Tembló y al minuto el mar entró en nuestra casa, nos llegó hasta el cuello. Abracé a mi hija y le dije: resiste", contó Eloísa Fuenzalida, una habitante de la localidad de Iloca, completamente destruida. "Como pudimos, arrancamos por el fango hacia las montañas. No se sabe cuántos murieron", agregó la mujer, entre lágrimas. Un hombre llamado Luis Bravo agregó que debieron salir a pie de la zona, pues todos los caminos estaban inutilizados.

"El mar se llevó los autos, las casas, todo, todo", contó otro auditor anónimo a una radio en Curicó, ciudad ubicada a 120 kilómetros de Iloca.

El terremoto, uno de los más fuertes de la historia, también desoló esta urbe del Sur de Chile. "Estos escombros eran una iglesia, se llamaba El Buen Pastor. Teníamos misa hoy", agregó la feligresa curicana Nelly Acevedo.

Gran parte del casco histórico de la ciudad de Curicó, una tierra turística y vitivinícola, quedó convertido en escombros; las casas de adobe cayeron sobre las calles y los niños, cubiertos de polvo, miraban hacia todas partes sentados en las cunetas, abrazados a sus peluches, o a sus familiares.

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