Finanzas Buen Fin Aguinaldo FINANZAS PERSONALES Buen Fin 2025

Respeto a las instituciones

VISTO FRÍAMENTE

LUIS FLORES

Era el año ’78 y yo tenía unos 15 años cuando tomé el coche VW modelo ’64. Era un “bochito” que recién le habían comprado a mi hermana la mayor. Le di una vuelta a la cuadra y a unos 50 metros de llegar a la casa de mis padres me detuvo un agente de tránsito para pedirme la licencia – que por supuesto yo no tenía-.

Para mi fortuna mi padre se pudo dar cuenta que me habían detenido y se acercó al oficial de tránsito para interceder.

Recuerdo como si fuera ayer la cara de sorpresa del oficial, - ¡en aquellos años mi padre intimidaba a cualquiera!-. Después de unos 10 minutos de platicar con mi padre en muy buenos términos el oficial le pidió que me dejara solo para que aprendiera cómo “resolver mis propios asuntos”, esta fue la primera vez que le di dinero a un oficial de tránsito, todos pensamos que fue una buena lección.

No me equivoco al decir que con el tiempo muchos fuimos refinando el estilo y fuimos aprendiendo la mejor forma en que debíamos “engrasar” las instituciones para que funcionaran mejor, ya fuera para obtener un permiso, una licencia, un contrato, la instalación de un servicio público, tomar más terreno en una propiedad, modificar el valor catastral, ¡inclusive cerrar y cancelar una calle!, así es...todo es posible en nuestros países latinoamericanos.

El respeto a las instituciones es un tema que ha sido comentado por generaciones y generaciones tanto en México como en toda Latinoamérica.

Columnistas, periodistas, líderes empresariales, académicos y políticos han abordado el tema con pasión, litros de tinta se han derramado, y miles de horas en programas de TV y radio se han dedicado a este reclamo general, que enfrenta desde hace décadas un gran dilema y que se encuentra atascado en una gran encrucijada.

¿Cómo podemos respetar las instituciones, si éstas están corruptas? No pretendo ser moralista, la verdad es que en esta selva empresarial hay que saber moverse, y el que no se mueve se hunde.

Sin embargo, tengo varios años que me he puesto a pensar ¿cómo demonios le han hecho estos canadienses para tener un país tan ordenado, tan seguro y tan próspero? Con instituciones sólidas y eficientes que son respetadas por empresarios y trabajadores, ricos y pobres, liberales y conservadores, burócratas y ciudadanos, mafiosos y policías.

Créanme que he pensado mucho en este asunto, y he pasado largas horas platicando con canadienses, con tragos y sin tragos.

He llegado a la conclusión de que acá hay un gran respeto a las instituciones porque los canadienses son tacaños. Sí señor, así es, los canadienses son muy amarraditos.

Ellos prefieren enviar a sus hijos a las escuelas públicas y ahorrarse costosas colegiaturas en las privadas, prefieren ponerle mayor atención a la educación de sus hijos y tener mayor contacto con las escuelas públicas. Prefieren meterle tiempo a las públicas que dinero a las privadas.

Ricos o pobres prefieren utilizar el transporte público que comprar un vehículo. Prefieren que sus hijos tomen el autobús, el tranvía y el metro, que comprarles un coche.

Si algo anda mal en el sistema del metro hacen un escándalo nacional y hasta paros de labores para que mejore el servicio, si hay que pagar un poco más por el metro – en Toronto cuesta el equivalente de unos 35 pesos-, prefieren hacerlo en lugar de pagar un coche, seguros, mensualidades, plaqueo, etc.

Yo podría decir que los canadienses tienen un grupo de mafiosos que son más poderosos y temerarios que todos los zetas, la familia, los juniors, los del golfo, y los de Sinaloa juntos.

Aquí les dicen los RCMP’s (Royal Canadian Mounted Police), la manera en que reclutan a sus miembros, el nivel de entrenamiento que reciben, y las armas y equipo de que disponen es impresionante, su presupuesto es multimillonario.

La verdad es que con estos tipos uno no quiere meterse en problemas, ellos no se andan con medias tintas ni con politiquería, ni con detallitos de esos de los derechos humanos.

Aquí entre nos…el rumor a voces es que los mismos mafiosos recurren a ellos para dirimir sus “controversias empresariales”.

Yo sinceramente creo que los canadienses son muy tacaños y usan sólo las instituciones que su propio Gobierno les proporciona, no se rasgan las vestiduras discutiendo sobre el “respeto a las instituciones”, simplemente las usan.

luis.flores@rbc.com

Leer más de Finanzas

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Finanzas

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 495218

elsiglo.mx