Grave. El sindicalista mexicano Cayetano Cabrera Esteva cumplió 87 días de haber iniciado una huelga de hambre.
La Secretaría de Gobernación (Segob) dijo que la responsabilidad de la huelga de hambre promovida por ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) y de sus consecuencias en la vida y la salud, es de quienes la planearon, alentaron, organizaron y de quienes decidieron participar en dicha protesta.
La mañana de ayer, mediante una carta, el subsecretario de gobierno de la Segob, Roberto Gil Zuarth convocó a los ayunantes a participar en la reunión en el Palacio de Cobián, a la que acudió por la tarde el líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza.
"Se convoca al ingeniero Cayetano Cabrera y a las personas que participan en la huelga de hambre a participar en dicha reunión, con el propósito de dialogar y encontrar las vías para poner fin a esa protesta", propuso Gil Zuarth.
Sin embargo, los ayunantes no acudieron a la reunión en la Segob.
Gil Zuarth recordó que en la reunión sostenida el 16 de julio con Esparza, se acordó celebrar una nueva reunión para escuchar las preocupaciones de los ex trabajadores y construir soluciones responsables y viables a largo plazo.
Martín Esparza, dijo que es infundado responsabilizarlo a él o al SME de la situación que viven los ex electricistas que mantienen una huelga de hambre en la plancha del Zócalo capitalino.
Esparza pidió a Gil Zuarth, "dar solución al conflicto que tuvo como punto de origen un despido injustificado, que victimó a miles de familias, que de la noche a la mañana quedaron en el desamparo" y dijo que la solución es la creación de la figura de un patrón sustituto.
Tras la reunión de la tarde, la Segob calificó como inviable jurídica y económicamente la creación de la figura de un patrón sustituto para resolver el conflicto de los extrabajadores de LyFC porque sería regresar a la situación que había antes de la extinción de la empresa.
Después de su reunión con Esparza, el subsecretario Gil Zuarth explicó que admitir dicha figura, obligaría a reconocer a más de 44 mil ex trabajadores al margen de su liquidación y "eso tiene implicaciones jurídicas de gran envergadura que pondrían en entredicho la solvencia de las finanzas públicas".
Aclaró que alrededor de 17 mil de los 44 mil ex trabajadores no han cobrado su liquidación, y sobre las denuncias de los apagones, indicó que se han abierto 47 actas circunstanciadas, 549 averiguaciones previas y 50 causas penales.
Explicó que en la próxima reunión del jueves con el SME -donde estará el nuevo titular de la Segob, Francisco Blake- seguirá la revisión de propuestas, pero aclaró que "tienen que pasar por los filtros de contratación".
Posteriormente, el subsecretario Gil Zuarth envió una segunda carta a los huelguistas de hambre del SME, donde reconoció el valor que han mostrado para defender sus causas y su movimiento, pero les planteó poner fin a su protesta porque "nuestras diferencias no justifican sacrificar la vida de nadie".
Piden audiencia con Calderón
Los 20 miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que se encuentran en huelga de hambre en el Zócalo de la Ciudad de México pidieron al presidente Felipe Calderón les conceda una audiencia, pues sostienen que el jefe del Ejecutivo es el único que puede resolver el conflicto que vive esa organización.
A través de Cayetano Cabrera Esteva, quien cumplió ayer 87 días con esa medida de presión, seguido de Miguel Ibarra, con 83, y otras 13 personas más, expresaron en una carta y le piden a Calderón que "nos devuelva nuestro empleo a los 44 mil trabajadores que fuimos despedidos de manera ilegal", y sostienen que continuarán con esa medida de presión hasta sus últimas consecuencias.
Esto lo reiteraron ayer los huelguistas Cayetano Cabrera y Miguel Ángel Ibarra, quienes registran un grave deterioro en su estado de salud.
Este último incluso se desmayó ayer debido a un síncope cardiaco durante una conferencia de prensa que ofrecían en su campamento instalado en el Zócalo, encabezados por su dirigente Martín Esparza Flores, la cual tuvo que ser suspendida ante la alarma de los familiares de Ibarra y de sus compañeros que se encontraban en el lugar.
De acuerdo con los reportes médicos, la situación de los dos ex electricistas mencionados es "muy delicada" y en cualquier momento pueden tener un infarto o un paro cardiorrespiratorio.
