Foto: CRISTAL BARRIENTOS
En las manos de Gloria, Alicia y María Dolores renacen los Niños Dios de madera, porcelana, pasta, yeso o resina. Desde octubre comienzan a llegar decenas a restauración para arrullarlos en la Nochebuena.
Mucho trabajo
En esta temporada, el trabajo de restauración de Niños Dios es tanto que desde hace una semana y media ya no reciben más figuras en el negocio de la familia Figuerola, pues de octubre a diciembre llegan a reparar más de 300.
Los Niños Dios llegan sin brazos, sin cabeza, con los dedos rotos o con la pintura deteriorada, incluso hechos pedacitos. Definitivamente saldría más barato comprar uno nuevo, sin embargo, para las personas tienen un valor sentimental porque han pasado de generación en generación.
"Una vez nos trajeron un Niño Dios de 200 años", comenta Gloria. Las figuras son de todos tamaños y colores: blancos, morenos, y negros.
El costo de la restauración depende del daño y del tamaño del Niño Dios, así que puede ir desde los 100 pesos hasta los 300.
"Si se van a una tienda pueden comprar uno nuevo a un precio menor pero para las personas sus Niños Dios tienen mucho valor sentimental y llegan al negocio diciéndonos 'por favor déjelo como estaba, no importa cuánto me cobre', y nosotros tratamos de arreglarlos lo mejor posible", comenta Alicia de Figuerola.
La especialidad de Alicia es restaurarle la nariz a los Niños Dios, mientras que Gloria los pinta con sumo cuidado para dejarlos lo más natural posible. Cada figura requiere de por lo menos cinco días de trabajo.
En esta Nochebuena muchos hogares volverán a adorar a sus Niños Dios, gracias a la familia Figuerola.
Restauración
Cada Niño Dios requiere de por lo menos cinco días de trabajo, incluso más si el daño es considerable. Llegan con las manos, pies, y cabezas rotas, principalmente.
