‘Manita’. Los restos de los 14 héroes de la gesta insurgente de 1810, que reposan en la Columna de la Independencia, fueron sometidos por primera vez en su historia a un proceso de preservación y restauración
Los restos óseos de los 14 héroes de la gesta insurgente de 1810 que el próximo domingo serán trasladados al Palacio Nacional, en el marco de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia, recibieron por primera vez estudios y tratamientos especializados para su preservación, afirmó ayer el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), Alfonso de María y Campos.
Estos restos estaban depositados en la Columna de la Independencia, en la céntrica avenida Reforma, de esta ciudad, y el pasado 30 de mayo fueron trasladadas a los laboratorios de conservación del INAH, en el Museo Nacional de Historia, en el Castillo de Chapultepec, de donde saldrán el domingo hacia Palacio Nacional.
Ese traslado de las urnas con los restos óseos de los héroes estará a cargo de las Fuerzas Armadas bajo riguroso protocolo militar y con los preparativos y supervisión de los especialistas del INAH.
Después de recibir el homenaje del pueblo mexicano, serán reintegrados a la Columna de la Independencia.
De María y Campos dijo que durante el desarrollo de los estudios se identificaron los restos óseos de 14 próceres que murieron en tres momentos distintos de la gesta independentista: sus albores, su desarrollo y su consumación, indicó el funcionario.
Dentro del primer grupo se encuentran los correspondientes a Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Jiménez, y Miguel Hidalgo y Costilla, cuyos cráneos permanecieron expuestos de 1810 a 1821, en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas, en Guanajuato.
Los restos de Mariano Matamoros, José María Morelos y Pavón, Víctor Rosales, Pedro Moreno y Xavier Mina, conforman el segundo grupo, quienes fallecieron durante la guerra.
Finalmente, las osamentas de Vicente Guerrero, Leona Vicario, Guadalupe Victoria, Andrés Quintana Roo y Nicolás Bravo, constituyen la categoría de los insurgentes muertos tras el término de la lucha.
Los restos de estos héroes nacionales fueron motivo de honras en 1823, 1895 y 1925, pero esta es la primera vez que se les realizan estudios y tratamientos especializados para su conservación, dijo el titular del INAH.