Cantada desde hace varios meses, finalmente la fracción prii-sta en el Senado planteó una propuesta para devolverle a la banca de desarrollo su vocación de fomento, vía créditos directos, avales, garantías y asesoría para proyectos productivos.
La alternativa habla de una sacudida integral frente a un largo aletargamiento, que revitalice los objetivos, fortalezca los nichos y amplíe los campos de acción bajo el marco de una Ley del Sistema Nacional de Banca de Desarrollo.
Bajo el esquema se integrarían en un solo núcleo a la Hipotecaria Federal, Nacional Financiera, Banco Nacional de Comercio Exterior, Banco de Servicios Financieros, Banobras, Banjército y la Financiera Rural.
De entrada se cancela el viejo anhelo panista de fusionar al Banco Nacional de Comercio Exterior con Nacional Financiera, quedando ésta como entidad sobreviviente.
La exposición de motivos habla de que la banca de desarrollo está mutilada y no permite que los sectores productivos que no son sujetos de crédito por la banca privada puedan acceder a éstos por vía directa o indirecta.
Se aduce, además, que se ha perdido la especialización y que el acceso al crédito para la pequeña y mediana empresa es discrecional y carente de reglas, otorgándose con recursos subsidiados sobre los cuales no hay rendición de cuentas.
Planteada durante décadas como opción de desarrollo vía el financiamiento al campo, a la infraestructura municipal, a la exportación e importación o a las empresas en proceso de gestación, la banca de desarrollo se empezó a desvirtuar al plantearse como salvavidas de las grandes empresas.
Uno de los golpes más contundentes lo recibió durante el Gobierno lopezportillista, cuando el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos le prestó 13 mil millones de pesos al grupo Alfa para librarlo de la quiebra.
En el cambio de frecuencia, Nacional Financiera se volvió el contrapeso frente a los vaivenes de la Bolsa Mexicana de Valores, constituyéndose como la mano negra que libraba de la ruina a los especuladores.
Más tarde, la llegada de funcionarios frívolos propició la quiebra del principal banco de fomento, al abrir el abanico para financiar, sin reglas mínimas de seguridad, a todo tipo de intermediarias, ya Uniones de Crédito, Arrendadoras...
De hecho, en lo más feliz de la fiesta lo mismo surgían intermediarias al vapor sin más capital que el otorgado por Nafin, que se creaban empresas fantasma para asaltar al barril sin fondo.
Adicionalmente, durante el Gobierno foxista se desmanteló al Bancomex de su tarea de promoción, para crear una instancia que seis años después no termina de cuajar.
Estamos hablando de ProMéxico.
El golpe final para el banco llegó cuando se le integró de facto a Nacional Financiera, creándose de entrada una dirección general conjunta a la que llegaron ex banqueros privados.
En el camino, naturalmente, la corrupción desbordada provocó la liquidación del Banco Nacional de Comercio Interior y del Banco Nacional de Crédito Rural, por más que se le dio cancha a la Financiera Rural... 10 veces más pequeña.
Las "hazañas" de los depredadores integran varios tomos en la historia de la impunidad en México.
Y aunque el Gobierno planteó una iniciativa que pretendía salvar al barco del naufragio, ésta fue rechazada al considerarse incongruente con el objetivo de banca social.
De aprobarse la propuesta priista, en cuya confección concurrió un nutrido grupo de expertos, se crearía un Consejo Nacional de Financiamiento del que partiría la rectoría, y al que se invitaría a tres consejeros independientes, con participación del Banco de México.
Éste actuaría como enlace entre las secretarías de Hacienda, Agricultura, Comunicaciones y Transportes, Turismo, Medio Ambiente y Energía.
Bajo el nuevo marco se le dotaría a las intermediarias de mayor autonomía de gestión administrativa y operativa; se ubicarían los perfiles idóneos para quienes manejen éstas, y se identificarían las áreas de oportunidad.
La intención es empatar el nuevo escenario con el paquete económico para el año próximo, a fin de dotar a los bancos de desarrollo de un presupuesto adecuado.
Y aunque ninguna de las intermediarias dejaría de lado la exigencia de rentabilidad, en un entorno en que el subsidio recibido alcanza 15 mil millones de pesos anuales, no podría soslayarse la rentabilidad social.
Financiamiento accesible para el desarrollo del país en los nichos que desdeña la banca privada.
Terapia intensiva para la banca de desarrollo.
Aunque la Presidencia de la República reconoce un gasto de 97.5 millones de pesos en encuestas realizadas en la fase previa a la extinción de Luz y Fuerza del Centro, cuyo contenido se reservó dos años con aval del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública, "ante la agresividad del Sindicato Mexicano de Electricistas", lo cierto es que no es la única erogación sobre el tema.
Desde la llegada al poder del presidente Felipe Calderón se realizaron al menos siete estudios para ubicar la "estrategia" frente a la posibilidad de una reacción generalizada de los sindicatos independientes, o la posibilidad de reversión jurídica de la medida.
Las facturas alcanzan más de 300 millones.
HUELGA SIN FIN El punto fino que provocó la huelga en la Compañía Cervecera del Trópico, filial del Grupo Modelo instalada en Tuxtepec, Oaxaca, fue la exigencia del sindicato de reinstalar a 400 trabajadores despedidos al inicio del año en un ajuste motivado por una caída dramática de la producción, que se planteó como provisional.
La firma encabezada por Carlos Fernández alega que no están dadas aún las condiciones para seguir operando al 100 por ciento de la capacidad instalada, además de que la exigencia no se incluyó en el pliego petitorio para la revisión contractual.
Por lo pronto, la empresa cervecera amenaza con cerrar la planta que produce la mitad de sus exportaciones.
La huelga estalló el primer día del mes que corre.
MÁS INGRESOS De acuerdo a los lineamientos económicos para el 2011 enviados por el Ejecutivo al Congreso, para este año se prevé un incremento en la recaudación prevista y la real de 23 mil millones de pesos, ante un aumento en los ingresos petroleros de nueve mil 260 millones, fruto de pasar de la expectativa de 59 a 65.03 dólares por barril, además de 10.8 mil millones adicionales de recaudación, y 3.8 mil millones por mejoría de ingresos del sector paraestatal.
Sin embargo, del otro lado de la moneda, el gozo se va al pozo, dado que se prevé un incremento en el gasto no programable de 12.2 mil millones de pesos, y de 11.1 mil millones en el programable.
A fin de cuentas, pues, se elevará el déficit ingresos-egresos con 353.2 millones de pesos.
De austeridad no hay un solo renglón.
