Despedida. Con una misa póstuma, la familia Gebara Rahal y amigos despidieron anoche a la pequeña Paulette en la Iglesia de Santa Teresita de Jesús, ubicada en Bosques de las Lomas del Distrito Federal.
Agentes ministeriales que participaron en diligencias en casa de los Gebara Farah, revelan que cuando resguardaron el departamento, el sábado 27 de marzo, una puerta que conduce de las escaleras al cuarto de servicio no quedó sellada.
Ese día fue el último que los papás y nanas de Paulette estuvieron en el inmueble de Porto Vita 2, en Interlomas, y luego de que se retiraron se selló la puerta principal, pero no la otra que estaba en el pasillo, por la que también se puede ingresar al departamento ubicado en la planta baja.
"Esa puerta no se selló hasta el 30 de marzo que se encontró el cadáver de la menor, y tampoco tuvo vigilancia, donde se colocaron sellos desde un inicio fue en la puerta principal", aseguró en entrevista un agente que estuvo varios días en el lugar y que pidió no ser identificado.
De acuerdo con la fuente, si se comprueba la teoría de que a Paulette la metieron a su recámara durante los días en que la casa estuvo cerrada, pudo haber sido por esa puerta que también conduce al estacionamiento.
"Desde el sábado 27 de marzo y hasta el martes 30 nadie entró al departamento por la entrada principal, que está a la vista de todos, fue hasta el medio día del martes que ingresaron peritos y agentes y comenzaron a trabajar en la planta baja.
"Hasta en la tarde, que es cuando suben a la recámara, es como encuentran el cadáver, y todo mundo se volvió loco, era un ir y venir de mandos, nadie cree que ahí estuviera todo el tiempo la niña", refirió.
El investigador recordó que la noche del 29 de marzo acudieron a realizar una prueba con luminol en diversas áreas comunes del inmueble, para la cual se requirió apagar todas las luces del conjunto habitacional de las 22:00 del lunes a las 03:00 horas del martes. Horas después fue hallado el cuerpo de Paulette.
La prueba de luminol exigía que las luces estuvieran apagadas para rociar el químico y, con luces violetas, detectar posibles rastros de sangre o fluidos corporales.
"Se aplicó la prueba al exterior del departamento de la familia, en el lobby, pasillos y zona de la alberca, toda las luces estaban apagadas.
"Quizá en ese tiempo alguien pudo entrar al departamento por la puerta de servicio, porque nadie estaba vigilando, hasta los guardias del edificio estaban más atentos a la aplicación del luminol que a su trabajo", refirió.
La fuente refiere que en esa diligencia había alrededor de 15 personas, y presumen que las videocámaras de vigilancia del conjunto habitacional no captaron nada, pues no cuentan con sistema infrarrojo.
Aseguró que los primeros días a él y otros elementos les tocó revisar el interior del departamento, donde buscaron una serie de pistas, y no hallaron rastros de Paulette.
"Como lo dicen los familiares, mucha gente entró y estuvo en el cuarto y nadie se percató del cuerpo, los perros no detectaron nada, lo que nos deja pensar que la niña estaba en otro lado y la metieron después", indicó.
Lisette Farah calificó de cobarde a su esposo, Mauricio Gebara, por no dar la cara, y exigió a las autoridades esclarecer la muerte de su pequeña hija Paulette. En la que dijo será su última entrevista, Farah dijo que su esposo "toda su vida fue un cobarde, siempre atrás de mí, siempre atrás de su familia, él nunca pudo resolver problemas".
"Él trae algo atrás que quiere ocultar porque ni siquiera quiere salir ante las cámaras, nunca lo quiso hacer... No quisiera llamar responsabilidad, pero sí, yo creo que tiene mucha, mucha, mucha culpa atrás de él... y sus actos y cómo se está comportando desde que desapareció la niña es porque tiene una culpabilidad y no quiere que se sepa", aseguró en entrevista radiofónica con Jacobo Zabludovsky.
Farah ya no aparecerá en medios porque los convocó para que le ayudaran a buscar a su hija, "no para que se convirtiera en un circo".
Dejó entrever que quizá alguien "que quisiera vengarse y hacerle daño" pudo asesinar a la pequeña, aunque no señaló a nadie.
Además, exigió a Mauricio Gebara y a su familia que le entreguen a su hija mayor, de siete años de edad. Lisette Farah llamó incompetentes a las autoridades del Estado de México que se encargan del caso, y exigió que lo resuelvan con pruebas.
Lisette Farah se inclinó por la hipótesis de que Paulette murió en un accidente y negó que haya matado a su hija.
En la última entrega de su entrevista a Televisa, Farah dijo que quizá "la niña se haya deslizado a la parte de abajo de la cama y no se pudo salir, y se quedó atorada".
Farah refirió que ella destendió la cama, igual que la nana Érika Casimiro, y Paulette no estaba.
"Me inclino más por lo que me han dicho las autoridades, que no hay huellas... los accidentes ocurren".
Negó que haya buscado en el espacio que existía entre el colchón y la estructura de la cama.
"Pudo haber sido un accidente, pudo haber sido una venganza de alguien... yo no tengo enemigos... yo lo único que sé es que yo no lo hice y estoy tachada por la sociedad...", aseguró Farah.
También expresó que no sospechaba de nadie que "se lo dejaba a la conciencia de cada quien", pero reafirmó que los accidentes ocurren.
