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Revelan otro montaje de García Luna y Facundo Rosas

JESÚS CANTÚ

La manipulación informativa de Genaro García Luna, actual secretario de Seguridad Pública y Facundo Rosas, comisionado de la Policía Federal, no tiene límites, pues tienen el descaro de hacerlo en eventos que involucran a los mismos periodistas. El pasado martes 14 de septiembre el ex camarógrafo de Televisa Torreón, Alejandro Hernández Pacheco, ofreció una conferencia de prensa en El Paso, Texas, acompañado de su abogado Carlos Spector-Calderón, donde anunció la solicitud de asilo político en Estados Unidos y denunció la manipulación informativa de las autoridades mexicanas.

Hernández Pacheco fue secuestrado el 26 de julio, junto a Jaime Canales Fernández, camarógrafo de Multimedios Laguna, y Héctor Gordoa Márquez, jefe de información del Programa Punto de Partida de Televisa México, tras cubrir las protestas de reos y familiares en el Centro de Readaptación Social Número 2, de Gómez Palacio, Durango.

De acuerdo a la versión oficial Hernández Pacheco y Canales Fernández fueron rescatados por los policías federales en una casa de seguridad. Sin embargo, el pasado martes Hernández Pacheco desmintió dicha versión y, de acuerdo a la versión publicada en el periódico regiomontano El Norte: "No llegaron (los federales), estaban ahí alrededor, pero nunca ellos nos sacaron; había una nota de aquí de El Paso donde decía que nosotros estábamos en una casa pidiendo auxilio, pero no es cierto. Nos liberan (los secuestradores) en una calle, en un baldío, nos tienen ahí... Yo pensé que nos iban a matar ahí y nos vuelven a subir a un carro. Nos llevan a otro lugar en la misma colonia, nos bajan y nos dicen 'córranle. Ellos arrancaron el carro y como a tres cuadras vimos a la Policía, pero teníamos miedo de llegar porque veíamos las puras torretas".

También denunció que en la misma casa estaban secuestrados tres policías federales, de los que nunca se supo nada; y que los llevaron a México con el engaño de que el presidente quería verlos, pero en cambio los presentaron en una conferencia de prensa.

El secuestro de los periodistas tuvo despliegue en los medios de comunicación porque fue la primera vez que los captores pretendieron condicionar la integridad física de los secuestrados y, su eventual liberación, a la difusión de determinados mensajes en sus respectivos medios de comunicación. El mismo día de su secuestro, el 26 de julio por la tarde, los plagiarios se comunicaron con los medios de comunicación para solicitar la difusión de tres videos. Multimedios La Laguna, cumplió la solicitud el día 27 a la 1:40 horas "en el Telediario de La Laguna en un enlace especial originado desde Milenio Televisión, en el DF. Tuvo una duración de 15 minutos y fueron emitidos sin ninguna edición", según informó Milenio Diario en su edición del miércoles 28.

La mañana del jueves 29, los plagiarios liberaron a Héctor Gordoa "porque querían que hiciera una nota donde destacara que el video que llevó al arraigo de la directora del penal de Gómez Palacio estaba truqueado. Esa "información" debía salir en Punto de Partida en la noche, así como una entrevista con él para que contara "lo bien" que lo habían tratado. Se quedaron con los camarógrafos de Televisa y Milenio para asegurarse de que cumpliríamos con esa exigencia", según afirma en su colaboración en El Universal, el lunes 2 de agosto, Denise Maerker. La noche del 29 se debía transmitir el programa Punto de Partida, sin embargo, en su lugar la conductora emitió un mensaje y, posteriormente, durante 60 minutos la imagen fue una pantalla en negro, con la leyenda Punto de Partida en letras blancas.

El sábado 31 en la mañana, la Policía Federal, a través de un operativo, que según Maerker, consistió en "el sobrevuelo de un helicóptero por encima de las casas de la zona y el ruido de los cateos en casas cercanas lo que llevó a los secuestradores a abandonar a ambos camarógrafos", liberó a los secuestrados. Y el jueves 5 de agosto, el comisionado general de la corporación, Facundo Rosas, presentó a tres presuntos delincuentes acusados de haber perpetrado el secuestro de los tres periodistas (el cuarto ya no se menciona). Pero el martes pasado, Hernández Pacheco reveló que, al menos, la liberación de los secuestrados fue falsa.

Apenas la semana pasada en este mismo espacio comentaba las inconsistencias informativas en torno a la captura de Édgar Valdez Villarreal, alias "La Barbie", así como, el antecedente del 9 de febrero del 2006, cuando García Luna, entonces titular de la Agencia Federal de Investigación, recreó para los medios de comunicación la captura de los secuestradores Israel Vallarta Cisneros y la francesa Marie Louise Cassez Florence y la liberación de tres de sus víctimas.

Este nuevo evento, revelado por uno de los periodistas secuestrados, muestra que García Luna tiene una imaginación y audacia ilimitadas, pues se atreve a distorsionar la realidad de eventos en los que los mismos periodistas son protagonistas.

La actitud de García Luna es condenable; pero el silencio del resto de los periodistas involucrados en este evento, por lo menos, es sospechoso. Sólo el puente por los festejos del Bicentenario pudiera explicar que cuatro días después de la denuncia de Hernández Pacheco, ninguno de sus colegas haya confirmado, rechazado o ampliado su información. Los engaños de Garcia Luna ponen en entredicho los logros de la estrategia contra la inseguridad del actual gobierno; pero la falta de compromiso con la verdad es funesta para la imagen pública de los periodistas.

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