Riesgo en pequeñas y medianas mineras

Las pequeñas y medianas empresas de Durango aún representan riesgo de impacto al ecosistema, reconoció el delegado estatal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Paulino Córdova Quiñones.

Aunque resaltó que existe un gran avance en cuidado al medio ambiente derivado de que el 80 por ciento de las empresas mineras a gran escala, están dentro del Programa Nacional de Auditoría Ambiental Voluntaria, aún existen deficiencias en las pequeñas y medianas empresas mineras.

Resaltó que esta área de oportunidad es inspeccionada a través de diversos programas, mediante los cuales se encontraron riesgos en los procesos de tratamiento de beneficio y almacenamiento de jales.

Refirió que en estos casos, se hacen observaciones, se dictan medidas, se verifica que cuenten con las autorizaciones para la operación y, cuando es así, se corroboran las condicionantes de la misma; en caso contrario se clausura el proceso o la parte del proceso que carece de la autorización hasta que cuente con autorización.

Entre los antecedentes mencionó que el año pasado fue clausurada una pequeña minera ubicada en la región serrana del municipio de Pueblo Nuevo, a la cual le faltaba la autorización para una ampliación y aunque tenía permiso para hacer pruebas, ya realizaba una operación de manera formal.

Enfatizó que esta irregularidad obligó a clausurar el proceso y la investigación sigue abierta, mientras se acredita las autorizaciones.

 PROFEPA

La gran industria es la más avanzada

El delegado estatal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Paulino Córdoba Quiñones, resaltó que el 80 por ciento de la industria minera a gran escala está dentro del Programa Nacional de Auditoría Ambiental Voluntaria.

Detalló que esto significa que son industrias que voluntariamente se auto regulan bajo las verificaciones permanentes de la Profepa, con reportes mensuales de lo que hacen y sus procedimientos. Dijo que este programa permite tener la información operativa desde el punto de vista ambiental, de toda la industria involucrada. Mencionó entre las principales del territorio duranguense a las minas asentadas en Ciénega de Nuestra Señora, en el municipio de Santiago Papasquiaro; en Tayoltita, cabecera municipal de Pueblo Nuevo y la que opera de La Parrilla, de Nombre de Dios.

El Instituto Nacional de Ecología sostiene que las cuatro fases de la industria minera causan impacto en destrucción de vegetación, arrastre de residuos peligrosos y descarga de aguas residuales, generación de ruido, vibración y emisión de polvo, así como emisiones a la atmósfera .