Nunca antes fueron tan claras las necesidades de Vaqueros Laguna, hoy la directiva y el cuerpo técnico deben ocuparse de tres aspectos: el jardín central, la receptoría y un pitcher inicialista de calidad. Y no es que falte calidad a quienes hoy están en esas posiciones, sino que su condición de jóvenes les impide cargar un peso tan grande como el que hoy llevan a cuestas.
A varios años de la salida de Omar de la Torre, Vaqueros no ha tenido un jardinero central cien por ciento confiable; en 2009 se habilitó a Luis Terrero, mientras que este 2010 se inició con Ramón Ramírez, con Henry Mateo para situaciones de emergencia. Es evidente que ninguna de las opciones le llena el ojo a Derek Bryant, al no tratarse de jugadores naturales para esa posición.
En cuanto a un receptor, su necesidad es real porque si Vaqueros Laguna es último lugar en pitcheo colectivo, en gran parte se debe a la falta de experiencia de Baltazar Valdez y Manuel del Campo, principalmente en el manejo de un staff de lanzadores que incluye a varios jóvenes. La calidad de "Balta" y "Many" es indudable, pero su posición requiere de elementos con calidad y experiencia. Diablos (Miguel Ojeda, Gabriel Gutiérrez y Gerónimo Gil); Sultanes (Adán Amezcua y Mario Iván Santana); Saraperos (Jonathan Aceves y Noé Muñoz) y Broncos (Adán Muñoz) hoy dominan la Zona Norte.
Un inicialista de calidad también es una necesidad urgente porque, sin contar el juego de anoche, ningún abridor de Vaqueros había logrado la victoria. Juan Delgadillo se acerca a su mejor nivel; Demetrio Gutiérrez es el más avanzado de los novatos; Baudel Zambrano mantiene su efectividad en ese rol; y Pablo Joel Ochoa da muestras de poder con el paquete pero deberá olvidarse de reclamar el conteo y concentrarse más en los bateadores que enfrenta. Jorge Luis Ibarra no levanta, mientras que Alberto Manrique, como relevo, ya logró su primer triunfo.
Una opción es conseguir un inicialista de calidad en otro equipo, o bien traerlo del extranjero, en este último caso habría que dejar a uno de los importados que se tiene. Otra posibilidad es habilitar en ese papel a Carlos Gutiérrez o Sandy Nin, pero buscar a quien haga su trabajo en los relevos. Al pensar en estos ajustes destaca la ausencia de David Domínguez, que realizaba grandes relevos antes de lastimarse la rodilla y ser operado.
Un as bajo la manga puede ser Matías Carrillo, con experiencia como abridor en el beisbol de Estados Unidos. Este zurdo va a ser muy valioso cuando regrese a la actividad. En cuanto a Ramón Ramírez, suena ilógico que al tratarse de un segunda base natural se le ubique en el jardín central, mientras que la intermedia se cubre con un extranjero. Sería importante tener en el center a un elemento plenamente identificado con la posición, y utilizar el mismo criterio en la segunda base.
Mientras tanto se incorpora al equipo Édgar Vega, veterano receptor que viene a instruir a los catchers de Vaqueros, aunque no se descarta verlo atrás del pentágono en esa difícil posición. Hay mucho que planear y ejecutar en el plantel naranja; posiciones como el jardín central, la receptoría y el pitcheo abridor forman parte de la columna vertebral, y todo equipo aspirante al éxito debe cubrirla con elementos de experiencia, un recurso que deberá unirse a su calidad como pelotero profesional.
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