Al presentarse esta noche los Sultanes de Monterrey, Vaqueros Laguna tiene quizá su última oportunidad de demostrar de qué está hecho. El equipo que maneja Héctor Estrada no es un trabuco como el regiomontano, pero sí tiene un roster que da para más del sexto lugar en la primera vuelta, así como lo exhibido hasta ahora en la segunda.
Aficionados comentan sobre la apatía que han visto en algunos elementos, es una situación triste y lamentable. Vaqueros Laguna opera con números negros, su promedio de asistencia es de los mejores de la Liga, los viajes largos se realizan en avión, mientras que los menos largos se hacen en un confortable autobús; los hoteles mínimo son de cinco estrellas y lo más importante, el pago cada quincena es puntual.
Todas estas situaciones las debe valorar un deportista profesional; Tecolotes de Nuevo Laredo realiza todos sus viajes por carretera, incluso de la frontera al Distrito Federal, en cuanto al pago, ya trascendió que la directiva llegó a atrasarse dos quincenas. Lo anterior indica que en la actualidad jugar con Vaqueros Laguna es un privilegio que quisieran disfrutar muchos peloteros que no lo pueden hacer.
Ser una directiva seria y cumplidora, apoyada por una noble afición, lo menos que merece es el esfuerzo del 100 por ciento de parte de TODOS (así con mayúsculas) sus peloteros, y no jugar con entusiasmo un día sí y otro no. El calificativo de profesional no se obtiene por devengar un sueldo quincenalmente, sino por hacer un esfuerzo máximo en el terreno de juego, todos y cada uno de los días de la temporada. En estas líneas no se pretende señalar peloteros apáticos, pero sí que hagan conciencia de la necesidad de comprometerse con la organización que les paga puntualmente y los trata bastante bien, así como con un público que los apoya, a pesar de que las malas son mucho más que las buenas.
Ya es hora de demostrar lo que es Vaqueros, un equipo integrado con peloteros de mucha calidad que cuando se deciden pueden provocar lo que toda La Laguna disfrutó en julio de 2009 y el playoff ante los Diablos Rojos del México, porque ante Saltillo se enseñó otra cara, la de un grupo no comprometido por alguna situación extradeportiva que hoy no viene al caso.
El propio beisbol y el destino le brindan a los integrantes del equipo una nueva oportunidad de dar satisfacciones a sus seguidores y a quienes hacen posible que exista la organización. Quienes luego de un autoanálisis tengan su conciencia tranquila, a seguir por ese sendero; aquellos que se sientan en deuda, a luchar por saldarla y a recordar que hoy es un privilegio pertenecer a Vaqueros Laguna, mañana podrían arrepentirse al ya no formar parte de este plantel.
Claudio_deportes@yahoo.com