¿Cuál es el éxito de los Saraperos de Saltillo?, hoy bicampeones de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB). Nos han hecho esa pregunta algunos aficionados, y al retroceder algunos años el calendario, se pueden despejar algunas incógnitas. Al término de la temporada 2007 se hablaba de un equipo en serios problemas porque los aficionados sólo acudían a los juegos de playoff.
Juan Manuel Ley López no estaba dispuesto a perder más dinero y un año después encontró en Humberto Moreira Valdés a un comprador que supera en mucho a Fidel Herrera; el mandatario coahuilense lleva marcha perfecta con dos títulos en dos temporadas al frente de la organización, mientras que el veracruzano termina su gestión sin encontrar el camino del éxito con los Rojos del Águila de Veracruz.
El cambio generacional se hizo adecuadamente en Saraperos; elementos como Eduardo Jiménez, Marco Antonio Romero, Ricardo Páez, Kit Pellow, José de Jesús Muñoz, Jorge Luis Valle, Rafael Díaz, Francisco Arias, Sandy Madera y Mario Valenzuela poco a poco se fueron, para dar paso a Jonathan Aceves, Jesús Cota, Héctor Daniel Rodríguez, Rafael Martín Romero, Mario Mendoza, Refugio Cervantes, José Manuel Rodríguez, Carlos González, Hernando Arredondo, Gabriel Martínez, Willy Romero, Thomas Melgarejo, Esteban Hernández y Francisco Félix, entre otros. De aquella generación permanecen Noé Muñoz y Christian Presichi.
Parte medular de ese éxito es Orlando Sánchez, manager triunfador que es lo más destacado en este rubro en la LMB durante los últimos años. Saltillo arrancó la temporada 2010 con notables ausencias en su staff de abridores, pero Eduardo Valenzuela y José Luis García se ocuparon inmediatamente de cubrir esas ausencias. Saltillo dejó atrás su mal inicio, pero en la recta final aún no aseguraba el boleto para play off, a donde llegó en gran ritmo y con mucha motivación.
A Saltillo le funcionaron sus extranjeros, todos fueron auténticos refuerzos que apoyaron la presencia del talento nacional, la ofensiva siempre se portó a la altura y los problemas serios fueron en el pitcheo, en donde Orlando Sánchez nunca desfalleció, hasta encontrar la fórmula que hiciera funcionar a sus lanzadores. Cambiaron a un bateador que trabaja para sus números (Sandy Madera) y a cambio obtuvieron a Willy Romero, muy valioso y clave en la franela azul desde que regresó a Saraperos.
La organización peronera ya pagó el derecho de piso que se le exigió, Saltillo vivió momentos muy complicados y finalmente Juan Manuel Ley decidió retirarse. La intervención del Gobierno del Estado resultó fundamental para que Saraperos dejara de ser el "ya merito" y se convirtiera en orgulloso bicampeón. Saltillo hoy está en la cúspide, nada le han regalado y disfrutan en grande su éxito, ahora ya hay que pensar en 2011 y trabajar para que el nivel del equipo siempre vaya a la alza.
Claudio_deportes@yahoo.com