Festejo. Michele Parisi, miembro de la organización, 'Veteranos de guerras extranjeras'.
Estados Unidos honró a sus veteranos de guerra con desfiles y ceremonias a través del país y miles de ciudadanos volcados a sus 131 cementerios militares nacionales.
Las oficinas del Gobierno Federal cerraron sus puertas, como lo hicieron los bancos y algunas oficinas de gobiernos locales con motivo de este feriado nacional, establecido de manera oficial en 1945.
En esta capital, los festejos oficiales fueron encabezados por el vicepresidente Joe Biden debido a que el presidente Barack Obama se encuentra en Seúl, Corea del Sur.
Poco antes del mediodía, Biden acudió al Cementerio Nacional de Arlington, donde depositó una ofrenda floral ante la tumba del Soldado Desconocido, para proceder después a montar una guardia de honor.
Biden estuvo acompañado por el secretario de Defensa, Robert Gates; el secretario del Departamento de Veteranos, Eric Shenseki, y el líder republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner.
En un discurso pronunciado después en el amplio anfiteatro de ese cementerio, ubicado sobre una colina que domina la vista de la capital desde el vecino estado de Virginia, Biden rindió tributo a quienes -dijo- no han temido al futuro.
"Ustedes son el corazón, el alma, la columna vertebral de esta nación", dijo el vicepresidente, quien destacó la templanza mostrada por los hombres y mujeres que han servido y sirven en las fuerzas armadas.