Proceso. A pesar del robo de 12 urnas, el proceso electoral debe seguir y las boletas que contenían simplemente no se cuentan.
El robo de las 17 urnas en cuatro casillas de la capital duranguense, constituye un delito federal y por lo tanto fue denunciado ante la autoridad correspondiente.
Raymundo Hernández Gámiz, consejero Presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), enfatizó que luego de conocerse el robo de las urnas en las casillas de Jardines de Durango, colonias Valle del Guadiana, Francisco Zarco y el barrio de Tierra Blanca, se envió personal del organismo a los para confirmar el hurto y luego se dio parte a la Procuraduría General de la República (PGR) y a la instancia especializada en delitos electorales.
NO PASA NADA
Sin embargo, tras el robo de las urnas simplemente se dan por perdidas las boletas que ya estaban marcadas; "es que hablamos de una elección, no de una urna ni de una casilla", dijo Hernández Gámiz.
El titular del organismo electoral en Durango reconoció que si no aparece la urna, se pueden dar por perdidas las boletas pero el hecho no anula la elección a pesar de que, aunque son pocas, pueden llegar a representar diferencia si la elección es "cerrada".