MÉXICO, DF. - Luego de renunciar al Instituto Nacional de Migración (INM) en medio de cuestionamientos, la aspirante a la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN), Cecilia Romero Castillo, ofreció "poner orden en la casa" y terminar con las actitudes machistas que siguen existiendo en el albiazul, e ignoró las críticas de su gestión.
En una gira relámpago por Tlaxcala, donde pidió el respaldo de ocho consejeros, la ex funcionaria calderonista afirmó que es el momento para que una mujer dirija los destinos del Partido Acción Nacional en México, de cara a las próximas elecciones del 2012.
Además, advirtió que de llegar a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) panista en las elecciones internas del mes de diciembre, pondrá orden en el partido y sancionarán a los militantes que no cumplan con los estatutos.
Es la mejor oportunidad para "repintar unas paredes que están manchadas" y sancionar "a tiempo" a aquellos panistas que antepongan los intereses personales a los de los ciudadanos; sin embargo, aclaró que sus comentarios no llevan dedicatoria.
Romero Castillo dijo que al ser la única mujer en la contienda interna "hay algunos a quienes no les gusta, pero eso no será obstáculo", al tiempo de reconocer que aún existen actitudes machistas en su partido.
Acompañada por el líder estatal del partido, Benjamín Ávila Márquez, la panista se comprometió a llevar a cabo una reestructuración partidista, abrir el debate a temas como el aborto y lograr una verdadera unidad de los militantes de todo el país.
