Autoridades de la Conagua, en coordinación con personal del gobierno del estado, trabajan para acelerar el rompimiento de la carpeta asfáltica de la autopista que une las ciudades de Reynosa y Matamoros, a fin de que el agua no se estanque y pueda fluir.
El titular de la Comisión Estatal del Agua en Tamaulipas, Sabás Campos Almodóvar, indicó que la autopista que se construyó hace 15 años, es un obstáculo natural, que propicia que el agua que entra al cauce se represe, lo que provoca que se inunden las partes bajas, entre Reynosa y Nuevo Progreso.
Señaló que desde la semana pasada se logró la autorización por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), para romper la carpeta asfáltica de la autopista.
En rueda de prensa, celebrada en la sala de Cabildo del ayuntamiento local, el funcionario dijo que se pretende hacer una ruptura total de la carpeta asfáltica, al quitar más de 200 metros lineales.
Manifestó que la intención de destruir gran parte de la autopista es para permitir que el agua se vaya rápidamente por el cauce del río y de esa manera bajen los niveles de agua almacenada en algunos sectores de Reynosa y Nuevo Progreso.
Resaltó que estos trabajos los está realizando el gobierno federal, a través de la Conagua y el gobierno del estado está apoyando con equipo, maquinaria y personal dichos trabajos, que desde la semana pasada iniciaron.
'El problema es que en todos los cálculos hidráulicos que se tenían, no se contempló la autopista Reynosa-Matamoros, pues cuando se hizo la construcción del cauce, hace más de 40 años, se determinó que era libre y sin obstrucciones', dijo.
'Esta noche quedará abierta totalmente, ya que se está haciendo un raje completo, se está quitando la carretera en un tramo de más de 200 metros lineales y en el momento que se termine, el agua se irá con mayor velocidad por el cauce de río y empezará a bajar el agua almacenada', refirió.
Señaló que por esta vía enviarán más de 600 metros cúbicos por segundo para que se equilibren los niveles y el agua se vaya más rápido.
Recordó que desde las 9:00 horas de este miércoles la presa Falcón abrió de mil 125 a mil 700 metros cúbicos por segundo.
'Si no se abren las puertas de la presa Falcón se corre el riesgo de que pudiera reventarse, y el agua saldría sin control, acompañada de lodo y piedras, lo que incrementaría el índice de peligrosidad', dijo.
Descartó que la apertura de la presa Falcón represente un riesgo para los habitantes de esta frontera, pues serán un total de dos mil 650 metros cúbicos por segundo los que lleguen a la presa Anzaldúa.
