Sabías que...
Cada persona tiene su propia forma de encarar la muerte y en el caso del boricua David Morales Colón, la manera ideal para despedirse del mundo era a bordo de su motocicleta; al menos eso fue lo que expresó a su familia un par de semanas antes de fallecer en lo que al parecer fue un ajuste de cuentas. Gracias a la buena disposición de la funeraria Marín en San Juan, Puerto Rico, el mensajero de 22 años -que pereció acribillado por un grupo de sicarios- tuvo un funeral muy semejante a una exhibición en el museo de cera -como se aprecia en la imagen. El establecimiento no cometió delito alguno, pues la ley puertorriqueña no indica que los difuntos deban velarse forzosamente en un ataúd.