Cruz Azul está más cerca que nunca antes de reencontrarse con un título, al derrotar a Pachuca 2 a 1. (Jam Media)
Con tintes de dramatismo, pues cayó en una actitud consentidora que dio vida al rival, aunque estrelló dos balones en los postes al final, Cruz Azul ganó anoche 2-1 la ida de la final de la Concachampions al Pachuca en el Estadio Azul.
Las anotaciones de "La Máquina" fueron obra del argentino Emanuel Villa en el minuto 20 y un autogol de Carlos Gerardo Rodríguez a los 24, el argentino Damián Álvarez descontó por los "Tuzos" al 69.
El próximo 28 de abril, en el estadio Hidalgo, se disputará el decisivo encuentro de vuelta para definir al monarca de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol, que irá al Mundial de Clubes de diciembre próximo.
Después de un arranque donde ninguno de los dos equipos logró dominar, a partir del minuto 15, los celestes empezaron a generar llegadas de peligro, pero fue al 20, en un error de Gregorio Pérez en la salida, al regalarle el esférico al argentino Emanuel Villa, que éste aprovechó para vencer a Miguel Calero abajo a la izquierda.
Luego de un remate bombeadito de Ulises Mendívil, que controló José de Jesús Corona, vino un contragolpe del cuadro "cementero", donde el argentino Maximiliano Biancucchi sacó servicio raso desde la derecha y en su afán por cortarlo, el zaguero Carlos Gerardo Rodríguez envío el esférico al fondo de su meta.
"La Máquina" continuó con su actitud conservadora y ni siquiera porque la afición le pedía, con gritos de "íazul, azul!", que acelerara, cambió su ritmo de juego y permitió al Pachuca tomar por completo el dominio del partido. Aunque el equipo naranja y negro no había generado una ocasión de real peligro, un error del defensa Horacio Cervantes, al rebanar un balón permitió al argentino Damián Álvarez rematar sin marca, para el 2-1.
Por si fuera poco y para que el partido fuera más dramático para la afición celeste, el defensa Julio César Domínguez se barrió de forma violenta sobre José Franciso Torres en el centro del campo, al 79, para dejar a los locales sólo con 10 al final del partido. La afición local vivió con angustia los minutos finales porque el equipo visitante se volcó con todo en busca de dar alcance.
El arbitraje de Armando Archundia fue bueno y amonestó por Cruz Azul a César Villaluz y mandó a los vestidores a Julio César Domínguez, al 79, además de mostrar preventivas a Eddie Brambila, al argentino Damián Manso y Leobardo López por los visitantes.