Una réplica de 5.1 grados en la escala de Richter se sintió la mañana de este miércoles en la región neozelandesa de Canterbury, generando pánico entre la población, así como nuevos daños en la red de agua potable y de energía eléctrica.
El sismo sacudió Canterbury a las 07:49 horas locales del miércoles (19:05 GMT del martes) y tuvo una profundidad de seis kilómetros en el área de Lyttelton. Anteriormente, se registró un temblor de 4.1 grados y otro de 3.8, informó el diario neozelandés The Dominion Post.
Este movimiento telúrico forma parte de una serie de 150 réplicas, 10 de ellas registradas esta mañana, que han sacudido Canterbury desde el terremoto de 7.1 grados Richter del sábado.
Tras el sismo, la gente salió corriendo de los edificios ubicados en el centro urbano y algunas zonas de la ciudad de Christchurch.
El alcalde de Christchurch, Bob Parker, señaló que las oficinas de la Defensa Civil fueron desalojadas debido a la magnitud de esta última réplica.
'Fue devastador, un fuerte y cruel golpe a la ciudad (...) fue un terrorífico momento. Tuvimos que desalojar la sede de nuestra Defensa Civil', expresó Parker.
