El minero Renán Avalos Silva, cuyo rostro fue el primero en aparecer ante una cámara una vez que se supo que los 33 obreros estaban vivos al interior del yacimiento San José, se transformó en el trabajador número 25 en salir del pique.
Cuando salió la cápsula a las 18:23 horas locales (21:23 GMT) por el ducto, el rostro de Avalos Silva fue visto otra vez por todo el mundo, en esta oportunidad fuera de la mina, tras 70 días de encierro a más de 620 kilómetros de profundidad.
El minero de 29 años fue el último de su clan familiar en emerger de las profundidades de la montaña, ya que con anterioridad lo hizo su cuñado Osmán Araya y su hermano Florencio, quienes también se encontraban entre 'los 33 de Atacama'.
El rostro de este joven obrero fue el primero que vieron las brigadas de rescate, cuando el 22 de agosto pasado ingresó por un estrecho ducto una cámara de televisión para tomar contacto con quienes permanecían atrapados desde 17 días antes.
Pocas horas antes de que la imagen de Avalos Silva recorriera el mundo, las autoridades habían puesto fin a 17 días de incertidumbre tras encontrar en el taladro de una de las perforadoras un mensaje escrito por uno de los mineros.
'Estamos bien en el refugio los 33', fue el escueto pero esperanzador mensaje escrito con letras rojas que las brigadas encontraron amarrado a uno de los tubos.
Uno de los mensajes que Avalos Silva envió a su familia reflejó el estado de animo que a veces lo inundaba: 'No sé si estoy bien o mal, No quiero pensar en cómo estoy. Y tampoco quiero esperar que nos saquen, porque tanta espera me volvería loco'.
Ahora, tras ser rescatado en el marco de la Operación San Lorenzo, este joven minero 'regresa a la vida' para volver a gozar de sus cabalgatas en Colliguay, sector agrario de la Quinta Región, cuyo recuerdo lo ayudó a mantenerse en pie durante estos 70 días.
