La libra otra vez. Aunque habían dicho que Lindsay Lohan debería pasar 30 días en prisión, al final sí pudo salir.
La actriz Lindsay Lohan quedó en libertad a última hora del viernes tras cumplir una pena muy inferior a la de 30 días que un juez le había aplicado por dar positivo en un análisis de consumo de drogas.
Lohan salió a las 11:40 de la noche luego de pagar una fianza de 300 mil dólares, dijo el vocero del alguacil de Los Ángeles, Steve Whitmore, el sábado por la madrugada.
El sitio de Internet TMZ.com reportó su liberación momentos antes de la medianoche.
El juez de la Corte Superior de Los Ángeles, Elden Fox, había ordenado que Lohan permaneciera detenida sin derecho a fianza durante una audiencia breve la mañana del viernes. Pero al final de la tarde su fallo fue revertido cuando la abogada de la estrella, Shawn Chapman Holley, presentó una apelación para que le concediera la posibilidad de salir bajo fianza.
Patricia Schnegg, jueza supervisora asistente de las cortes criminales de Los Ángeles, falló poco antes de las seis de la tarde que la actriz tenía derecho a una fianza por haber sido condenada por delitos menores.
Lohan, de 24 años, no quedó libre del todo, ya que deberá usar una tobillera que verificará su consumo de alcohol y no podrá asistir a comercios cuya principal actividad sea la venta de bebidas alcohólicas.
Además, debe comparecer ante la corte el 22 de octubre, cuando el juez Fox decidirá cuál será su castigo por haber dado positivo apenas dos semanas luego de salir antes de lo previsto de un programa de rehabilitación.
Fox establecerá allí si Lohan violó las condiciones de su libertad condicional al dar positivo en el análisis ordenado por la corte. Poco antes de ese resultado positivo, el juez había dejado salir a la actriz antes de tiempo de un centro de rehabilitación en el Centro Médico Ronald Reagan de la Universidad de California Los Ángeles.
El juez no dijo la mañana del viernes por qué no permitía la posibilidad de la fianza ni qué droga había aparecido en el análisis.
