Monterrey le pasó por encima a Santos Laguna para golearlo 3-0 (5-3 global) y de esta manera proclamarse campeón del torneo Apertura 2010, en un atiborrado Estadio Tecnológico.
La peor demostración ofensiva de los Guerreros llegó justamente en la gran final, en la que renunció 76 minutos al ataque y cuando se vio abajo en el global quiso componer el rumbo, pero el daño estaba hecho y los regiomontanos ya eran amos y señores del partido y de la Copa.
Y es que una auténtica pesadilla vivió Santos Laguna en los primeros 45 minutos, aunque con la ayuda de postes, de su portero Oswaldo Sánchez y a la mala puntería de los delanteros regios, apenas permitió una anotación.
Fue el peor juego de los albiverdes en la campaña, con una media cancha llena de nerviosismo, sin que Torres y Morales pudieran engancharse con los aislados Benítez y Quintero, que de manera individual y en ocasiones en dupla, ponían en aprietos a la zaga local.
Si bien es cierto que el terreno de juego estaba en pésimas condiciones, no fue un pretexto para la pésima estrategia utilizada por Romano, misma que se evidenció con el mal accionar de unos albiverdes tímidos.
Corría apenas el minuto tres cuando Suazo reventó su primera aproximación en el travesaño y dos minutos más tarde el cancerbero lagunero le atajó el remate al "Chupete", que tuvo una noche inspirada, de ensueño y de campeonato.
Los Guerreros tuvieron su momento, ya que primero Quintero buscó sorprender con un tiro lejano. "Chucho" Benítez no pudo capitalizar un error en la salida regia y de manera increíble no pudo mandar el balón al fondo de las redes.
La polémica contra el silbante, que se retiró anoche, no podía faltar. Armando Archundia no marcó una mano del zaguero rayado Duilio Davino, al considerar que estaba demasiado cerca en un servicio peligroso del "Científico del Gol".
Benítez fue estrujado, empujado y pateado a placer por la zaga regia, sin que el dos veces mundialista se inmutara. En el segundo gol de los anfitriones, la pelota estaba fuera de la zona dedicada al corner y no se dio cuenta.
La Pandilla puso orden y Aldo de Nigris no pudo empalmar una volea con alto grado de dificultad y la pelota salió a un costado de la portería comarcana. El mismo delantero de la Sultana desperdició su mejor posición, al ganarle las espaldas a Lacerda, pero voló su remate, cuando Oswaldo estaba prácticamente vencido.
Se antojaba que hubiera variantes por parte de los visitantes para la parte complementaria, pero Jonathan Orozco siguió con una noche muy tranquila, sin mayor susto alguno. El cancerbero le festejó los goles con todo a la porra santista.
Los Guerreros continuaban con la misma tónica y el ingreso de Cárdenas le dio un poco de agresividad a los albiverdes, pero fue colocado por sector derecho y el "Chema" naufragó en esa banda.
La afición regia sentía el nervio al acercarse los tiempos extras, por lo que las porras eran ya esporádicas, pero los albiverdes no aprovecharon el momento y mantuvieron la misma estrategia fatídica.
Ludueña, el "Chato", el "Pony" y compañía, simplemente se quedaron en el banquillo y los dos primeros ingresaron cuando la causa ya estaba perdida, ante un equipo crecido con el respaldo de una noble afición que pudo festejar un campeonato en casa, luego de 24 años de no hacerlo.
Vucetich siguió con su marca perfecta en finales, mientras que Romano sigue sin saborear las mieles de conseguir un título como técnico, además de la maldición santista de no poder coronarse fuera de la Comarca.
La cuarta estrella en disputa se la quedó merecidamente los Rayados, que desde el silbatazo buscaron los goles, en tanto que los albiverdes parecieron conformarse con lo realizado sólo en la ida.
Goles
n 1-0 (Minuto 28) Pared entre Suazo y De Nigris, que el chileno prende de frente en los linderos del área para marcar el empate global.
n 2-0 (Minuto 71) Cobra Neri Cardozo tiro de esquina fuera de la zona designada y Basanta le gana el remate a Baloy para darles la ventaja.
n 3-0 (Minuto 85) Gran jugada de Suazo, quien luego de recibir el pase de Ayoví, se quita la marca de Lacerda y Baloy, sin que Arce pueda alcanzarlo, para liquidar la final ante la salida de Oswaldo.
Christian Benítez tuvo una ocasión clara de gol después de que Duilio Davino le entregó el balón justo al borde del área, pero envió su disparo desviado al minuto 15. (Fotografías de Ramón Sotomayor)