El silbatazo final de Alfredo Peñaloza desató un grito contenido durante las más recientes semanas. Los poco más de 30 mil americanistas que acudieron al Estadio Azteca encontraron el premio a su valentía, aunque sufrieron bastante con el triunfo apenas de 1-0 ante Santos.
Las Águilas están en la liguilla, su rival será el Toluca, pero la victoria (1-0) que les dio el boleto fue a lo Jesús Ramírez: con el equipo agazapado y el nervio de poder ser empatados.
Armando Navarrete los salvó, sobre todo en aquella atajada a Daniel Ludueña y en el mágico lance que desvió el cabezazo de Oribe Peralta. El portero suplente de los cremas confirmó que es altamente confiable, a veces más que el propio Guillermo Ochoa. Chucho le debe, en gran parte, que tenga posibilidades de conservar el empleo.
Eso provocó que el júbilo fuera aún mayor. El sufrimiento fue mucho para un pueblo al que le sirvió encender las veladoras solicitadas por Pavel Pardo. La cereza en el pastel fue meterse y dejar fuera al Cruz Azul. Nueva afrenta para la Máquina generada por los cremas.
Chucho arriesgó y ganó. Lo hizo desde el inicio, cuando decidió jugársela sin un centro delantero natural. Antonio López y Daniel Márquez se quedaron en la banca. Ángel Reyna y Daniel Montenegro compartieron la responsabilidad de hacer los goles para la clasificación.
La primera combinación entre ambos fue suficiente. El genial pase del Rolfi fue aprovechado por el canterano águila (8'). Los locales encontraron muy pronto la anhelada anotación... Y a sufrir.
Aún con varios suplentes en la cancha, Santos Laguna asfixió al América, en buena parte porque Ramírez así lo quiso. El estratega planteó hacer daño con la velocidad de Montenegro, Reyna y Sandoval. Casi le resulta, de no ser porque el argentino no estuvo fino en el último toque.
Cada falla fue lamentada por Chucho en la zona técnica. El estratega llamó la atención de quienes se equivocaron, pero algunos volvieron a mostrar su desacuerdo con las formas. Reyna intercambió acalorados puntos de vista con su entrenador en varias ocasiones.
La presión desapareció hasta que se oficializó la clasificación del América. Los propios jugadores se mostraron nerviosos durante gran parte del encuentro, en especial Miguel Layún. El chico recibió la oportunidad de ser titular y la pasó mal, ya sea como volante por derecha o desempeñándose en la lateral.
Ni siquiera pudo unirse al efusivo festejo de Reyna e Israel Martínez tras el gol. Mientras la mayoría de sus compañeros celebraba, el ex del Atalanta recibió un importante regaño, cortesía de Pavel. Chucho lo aguantó una hora, pero terminó por sustituirlo con Juan Carlos Silva, cuya labor fue apoyar a Pardo y Rosinei en la zona de recuperación.
Ya eran minutos de amplio dominio norteño. Rubén Omar Romano entendió el mensaje cauteloso enviado por su rival y decidió apretar. Oribe Peralta y Daniel Ludueña ingresaron a la cancha, movimientos que acentuaron la hegemonía lagunera en el lienzo verde. Los Guerreros intentaron regresar en el duelo, pero el América ya estaba completamente establecido en su media cancha. El visitante fue indolente en los albores del cotejo y su penitencia será cerrar la serie de cuartos de final, frente a los Pumas, en Ciudad Universitaria. Con la igualada, la vuelta habría sido en Torreón.
Tarde de regresos en Santa Úrsula. Enrique Esqueda reapareció tras ser operado de la rodilla derecha hace un par de meses. El Paleta puso ímpetu, pero está claro que le falta ritmo. Carlos Morales también volvió a las canchas. El zurdo santista se ha recuperado de aquel fuerte golpe en la cabeza, recibido hace algunas semanas, cuando chocó con Christian Armas, zaguero de los Jaguares de Chiapas.
El Azteca festejó como hacía tiempo no lo hacía. Todas sus Águilas fueron ovacionadas, pero ninguna como Navarrete, quien se fue al vestuario con una enorme sonrisa y convertido en el "salvavidas" de muchos en el club, por más que Chucho parezca entercado en sufrir.
MOLESTOS EN SANTOS Dejar ir la posibilidad de ser locales en el juego de vuelta de la serie contra los Pumas molesta a los jugadores del Santos Laguna.
Oswaldo Sánchez comentó: "Se oye raro, pero la derrota no llega bien, porque la liguilla no importa si entras como uno u ocho", sentencia el capitán de los Guerreros. "Ya me tocó ganar una viniendo desde el repechaje y otra en uno de los puestos altos de la tabla, así es que lo importante es tener una buena concentración durante 30 días. El que lo haga mejor será campeón".
El América logró ayer por la tarde un sufrido triunfo de 1-0 sobre Santos Laguna que lo metió a la liguilla del Bicentenario 2010 del futbol mexicano como sexto lugar. Guerreros se enfrentará a Pumas. (Jam Media)
