Agua. En la supercarretera Durango-Mazatlán cada año se registran varios derrumbes, cuando los cerros se saturan.
La carretera Durango-Mazatlán es una vía donde, por sus características, los derrumbes provocados por las lluvias son inevitables; ante esto el Centro Durango de la Secretaría de Comunicación y Transportes (SCT) ya instaló tres cuadrillas permanentes de vigilancia.
María del Socorro González Moreno, jefa del departamento de Comunicación Social del Centro Durango de la SCT, explicó que año con año los derrumbes en carreteras federales se suscitan en la Durango-Mazatlán, ya avanzada y terminada la temporada de lluvias.
"Comienzan hasta que los cerros se saturan de agua"; por ello son menos los que se registran en el periodo activo.
La vocera recalcó que "las lluvias no afectarán a las carreteras mientras no sean constantes". La supercarretera Durango-Mazatlán tendrá vigilancia especial para reaccionar en caso de contingencias y desde este momento ya se encuentran tres cuadrillas permanentes de personal de la SCT preparadas para auxiliar de inmediato.
"Se cuenta con capacidad de respuesta", ya sea para los derrumbes u otros problemas derivados de las lluvias, en especial durante la temporada de huracanes, que es cuando se registran las precipitaciones más fuertes en el estado.
MANTENIMIENTO
La red federal de carreteras está integrada por mil 980 kilómetros; para este 2010 se destinaron 307.8 millones de pesos para mantenimiento y mejoramiento.
El 60 por ciento de las carreteras se clasifica al momento en "muy buenas condiciones"; el resto en las categorías "muy buenas" y "regulares".
"Ninguna carretera está en estado crítico, se les da conservación rutinaria", finalizó González Moreno.