Concierto.. Benedicto XVI saludando al secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, antes del concierto de ópera.
El Papa Benedicto XVI elevará hoy una disculpa sin precedente a Irlanda por los abusos crónicos de menores en esa nación otrora devota. Su mensaje será observado minuciosamente por católicos disgustados en todo el mundo para ver si sólo alude al abuso en sí o también a décadas de encubrimientos apañados por el Vaticano.
En todo el mundo católico, la Iglesia recién empieza a reconocer la magnitud del abuso de niños tolerado en muchas de sus parroquias y escuelas durante el siglo pasado. El escándalo pasó de Canadá y Australia en los años ochenta hasta Irlanda en los noventa para alcanzar Estados Unidos a fin de siglo y finalmente la patria del Pontífice.
Tanto los comentaristas como los defensores de las víctimas coinciden en que el mensaje papal a Irlanda, para empezar a restañar la imagen empañada de la Iglesia, debe quebrar su silencio sobre el papel que tuvo la jerarquía católica para proteger a los pedófilos de la justicia.
''¿No es hora de que el mismo Papa Benedicto XVI reconozca su cuota de responsabilidad, en vez de quejarse por una campaña sobre su persona? Ninguna otra persona en la Iglesia ha tenido que lidiar con tantos casos de abusos en su escritorio'', comentó el religioso suizo Hans Kung, teólogo disidente.