Cuatro imponentes esculturas de hielo coronaron la inauguración de los Juegos Olímpicos en Vancouver. (Fotos de AP y EFE)
Con la presencia del méxico-alemán Hubertus von Hohenlohe y bajo el velo de la tristeza por la muerte del georgiano Nodar Kumaritashvili, dieron inicio los XXI Juegos Olímpicos de Invierno Vancouver 2010.
Por primera vez en la historia de esta justa, la ceremonia de apertura se efectuó en un estadio techado con capacidad para cerca de 60 mil personas debido a la preocupación de la lluvia que cayó en días previos.
La ceremonia arrancó con la espectacular irrupción de un “snowboarder” que dio la bienvenida a los asistentes al espectacular pabellón cubierto BC Place.
A las 20:00 horas locales comenzó la ceremonia para dar inicio a la cita invernal, en la cual participarán cerca de dos mil 762 atletas, de los cuales mil 660 son hombres y mil 102 mujeres, quienes vienen de 82 países y buscarán las medallas en 15 disciplinas.
En el desfile de naciones también lo hicieron aquellas delegaciones con poca trascendencia en este tipo de justas, en especial las latinoamericanas como Argentina, Brasil, Chile, Perú, Jamaica y, desde luego, México.
A pesar del luto que envuelve la justa, las delegaciones desfilaron con ánimo, sobre todo la de Georgia, que horas previas sufrió la baja del competidor de luge en un entrenamiento.
La justa invernal canadiense no se puede comparar con lo sucedido en 1924 en la localidad francesa de Chamonix, cuando cerca de 258 pioneros de 16 naciones dieron inicio con este evento, a pesar de la oposición del Barón Pierre de Coubertain.
La ciudad de Vancouver acoge a 10 veces más la primera cifra de 1924, por eso ahora los Juegos Olímpicos de Invierno son una de las competencias más importantes en el mundo.
Entre las estrellas musicales que acompañaron a los atletas destacó la presencia de Nelly Furtado, quien contagió a los asistentes, así como Bryan Adams y Sarah McLachlan.
Homenaje a tribus aborígenes canadienses
La ceremonia de apertura de los Juegos de Invierno de Vancouver 2010 se centró en un homenaje a las tribus aborígenes de Canadá y estuvo dedicada al piloto de luge georgiano Nodar Kumaritashvili, que murió horas antes mientras se entrenaba para cumplir su sueño de ser olímpico.
Los Juegos de Vancouver, que al menos durante algo más de tres horas trataron de encontrar motivos de júbilo en una trágica jornada, arrancaron ayer con una ceremonia, presidida por la gobernadora general de Canadá, Micha-elle Jean, que ejerce como jefa de Estado canadiense en representación de la reina de Inglaterra; el presidente del COI, el belga Jacques Rogge, y los cuatro jefes de las tribus indígenas de la Columbia Británica.
La incógnita de saber quién sería el encargado de encender el pebetero se disipó cuando en el colofón de la ceremonia lo hicieron conjuntamente la ex esquiadora Nancy Greene, que destacó en los años sesentas; el basquetbolista Steve Nash, dos veces nombrado jugador más valioso de la NBA; y el ex jugador de hockey, Wayne Gretzky, considerado el mejor jugador de la historia.