Riesgo. Un señal alerta a automovilistas sobre un camino inundado en el área de Cañón Silverado, en California. AP
Una poderosa tormenta trajo ayer más lluvia al empapado sur de California, provocando el colapso de laderas sobre carreteras, poniendo en peligro las casas cerca de cañones y atrapando a decenas de automovilistas en calles inundadas.
Las inundaciones también arrasaron con hogares en Arizona y anegaron partes de Nevada y Utah. Los meteorólogos esperan que la tormenta amaine a medida que avanza hacia el este.
El sistema de baja presión podría estar en Nuevo México para hoy y alcanzar la costa del Golfo de México el sábado, todavía con algo de lluvia pero sin los diluvios con los que azotó el sur de California, dijeron los meteorólogos.
En el sur del estado, las fuertes lluvias matutinas inundaron las calles y provocaron aludes menores de tierra. Sin embargo, la amenaza de grandes deslaves podría durar varias semanas en los suburbios de Los Ángeles, luego que las laderas de los cañones se debilitaron por incendios forestales.
"La tierra está tan saturada (de agua) que puede moverse en cualquier momento", dijo Bob Spencer, vocero del Departamento de Obras Públicas del condado de Los Angeles.
Spencer agregó que las cuencas de captura, creadas para contener escombros y hasta árboles arrancados de raíz por los deslizamientos de tierra, parecían tener todavía mucha capacidad de resistencia.
Las lluvias fuertes que cayeron el miércoles por la madrugada hicieron que parte de una colina se derrumbara sobre un tramo de la carretera interestatal 10 a unos 48 kilómetros de Los Ángeles.
Piedras rodantes y el flujo de escombros amenazaban casas en el cañón Silverado, en el Este del condado de Orange, por lo que entre 25 y 30 personas debieron evacuar sus hogares.
El cañón se encuentra en el borde del Bosque Nacional Cleveland, que se quemó por un incendio forestal en 1997.
30
PERSONAS
Fueron desalojadas del Cañón Silverado.
