Pérdidas. Ante la falta de empleados, Alfredo Zamora se alista para desembolsar, por lo menos, medio millón de dólares en maquinaria especializada que sustituya el trabajo de los inmigrantes. EL UNIVERSAL
Alfredo Zamora no pudo mantener más la tradición que su familia le heredó. Desde hace unos tres años decidió no cultivar más chile jalapeño, esa siembra que conocía desde niño. El motivo: se avecinaban leyes antiinmigrantes, como la de verificación de estatus migratorio y la recién aprobada en Arizona SB 1070, que le impedirían contar con suficiente mano de obra mexicana.
Con la siembra de chile jalapeño y otras verduras, Alfredo daba empleo a poco más de 200 personas, casi en su totalidad mexicanos. Hoy sólo tiene cuatro empleados para cultivar sus tierras en el poblado estadounidense de Elfrida, ubicado a sólo 42 kilómetros de la frontera de Arizona con Sonora.
PÉRDIDAS INMEDIATAS Este cambio lo obligó a cultivar en sus 800 hectáreas alfalfa, leguminosa que puede prescindir del trabajo humano masivo, pues sólo con una máquina se puede realizar el ciclo completo de la siembra y la cosecha.
Es por esto es que Alfredo Zamora está en contra la ley SB1070, pues asegura que "más del 90% de los mexicanos que atraviesan la frontera de manera ilegal son buenas personas que buscan sólo trabajar. Vienen por temporadas dependiendo de las épocas de cosecha, pero su objetivo es trabajar y no afectar la vida de nadie", dice el empresario agricultor.
No ha calculado aún las pérdidas económicas, pero adelanta que seguro existirán, ya que no podrá diversificar la siembra de sus productos como antes. El dueño de Zamora Farms puede hacer esta aseveración con base en la experiencia que le han dado los más de 40 años de vivir el fenómeno migratorio por su cercanía con la frontera mexicana.
No obstante, tiene un sentimiento ambivalente. Rechaza la Ley SB 1070, promulgada por la gobernadora republicana Jan Brewer el 23 de abril pasado, que criminaliza a las personas por su apariencia física y que permite a la Policía local detener a quienes no comprueben su status migratorio legal, pero también asegura que tiene un lado positivo:
"Esta Ley ha puesto los ojos de la Casa Blanca en los problemas de la frontera, especialmente de Arizona, donde desde hace años se debió atender la falta de mano de obra para las áreas de cultivo, pero también la migración indocumentada, y el tráfico de drogas", comenta.
NECESARIA MANO DE OBRA, AUN ILEGAL "Es muy cierto que los estadounidenses no quieren hacer este trabajo, no tienen ninguna disposición, se les hace pesado y mal pagado. Confío en que, por negativa que sea, esta nueva Ley impulse la modificación del sistema en general que avale la llegada de suficientes trabajadores migrantes", expresa Alfredo Zamora, quien así se pronuncia a favor de un acuerdo migratorio.
"Claro que nos beneficia la entrada de mexicanos, aun ilegal, pero no es correcto que entren a Estados Unidos de esa forma. Ellos sufren mucho, a veces traen los pies jod... de más de 20 días de caminar, los 'coyotes' los abandonan y los dejan a su suerte", cuenta.
Zamora, quien también rechazó en 2005 el movimiento de los cazadores de ilegales llamado Minuteman, asegura que los gringos ven igual a todos los migrantes y no saben diferenciar entre los trabajadores y aquellos que sólo vienen a hacer maldades.
Antonio Oseguera también es agricultor de Arizona y se une a las voces que rechazan la Ley SB 1070. Lo hace porque cada año necesita 2 mil 500 trabajadores, entre ellos indocumentados, para sembrar y cosechar 40 tipos de verdura para su empresa con la que lleva 25 años.
"Los indocumentados son necesarios porque por ellos hemos sobrevivido. Los residentes y ciudadanos no quieren trabajar, sino simplemente cobrar las ayudas sociales que el Gobierno les otorga", explica Antonio.
45
MIL Trabajadores se emplean en los periodos de siembra; tras la Ley, sólo mil se quedarán, calculan.
1.8
MILLONES De trabajadores en la agricultura registra Arizona; la mitad son indocumentados.
Los números
El Departamento del Trabajo en Estados Unidos calcula que casi la mitad de los 1.8 millones de trabajadores en la agricultura son indocumentados. Ellos sostienen una industria valorada en 30 mil millones de dólares cada año.
Arizona es considerado un estado productor importante de vegetales.
Es precisamente en Yuma donde se inicia la temporada de las cosechas, pero además donde se siembra por ejemplo 80% de la lechuga que se consume en Estados Unidos.
Además, "Yuma es la capital mundial productora de lechuga en el periodo de invierno", dice Flor Redondo, directora de programas de Campesinos Sin Fronteras. Esta organización, que atiende las necesidades de los campesinos en el Sur de Arizona, estima que en los periodos de siembra y cosecha se emplean a 45 mil trabajadores, 10 mil de ellos no tienen documentos y presumen que sólo unos mil se arriesgarán a quedarse luego de la aprobación de la polémica Ley SB 1070.