Huelga. Un hombre disfrazado del presidente francés Nicolás Sarkozy participa en la manifestación convocada en Lille, Francia.
La sociedad francesa no cesa con las presiones para frenar la reforma al sistema de pensiones, mientras que el gobierno asegura que no dará marcha atras, además amenaza con utilizar la fuerza para restablecer el suministro de energía en el país.
La violencia estalló ayer en las manifestaciones de protesta contra la reforma al sistema de jubilaciones, en las que según estimaciones preliminares participaron entre 1.5 millones y 3.5 millones de personas en todo el país.
Los incidentes violentos se multiplicaron, en particular en las ciudades de Lyon, Nantes y en varias áreas de la región de París, donde grupos de estudiantes protagonizaron enfrentamientos con la policía, que derivaron en el arresto de 110 jóvenes.
Apenas la semana pasada y convocados por la ex candidata presidencial Ségolene Royal y los sindicatos, los estudiantes se sumaron al movimiento contra la reforma que prevé elevar de 60 a 62 la edad para el retiro, para 'defender su futuro', suscitando críticas del gobierno.
Por sexto día consecutivo, los estudiantes se manifestaron en las calles de varias ciudades francesas y mantienen bloqueadas las escuelas, informó la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) al precisar que ayer 180 mil jóvenes marcharon a través del país. El Ministerio de Educación informó ayer por la mañana que las clases en 379 escuelas del país (8.8 por ciento del total) están interrumpidas, mientas que la UNE reportó el bloqueo de al menos mil 200 centros educativos.
Grupos de jóvenes incendiaron vehículos y botes de basura, volcaron camiones y coches, destruyeron muebles, rompieron ventanas de restaurantes y bancos, además saquearon tiendas en Lyon, según reportes del diario Le Monde.
La Policía trató de contener la violencia y lanzó gases lacrimógenos, en hechos que dejaron un estudiante herido, cinco vehículos incendiados y 30 autos volcados, reportó la policía.
TOMARÁ MEDIDAS
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, anunció que tomará medidas para garantizar el suministro de combustible.
'Hay gente que quiere ir a trabajar y no puede estar privada de combustible', afirmó Sarkozy al término de una cumbre con el presidente ruso Dmitri Medvedev y la canciller federal alemana, Ángela Merkel, en la ciudad francesa de Deauvile.
El mandatario francés hizo un llamado a 'la responsabilidad' de todos los participantes en las protestas 'para que las cosas no superen ciertos límites'.
Indicó que a su regreso a París, tomará medidas contra el cierre de refinerías que han causado escasez de combustible en el país, en medio de una nueva jornada de protestas contra la reforma al sistema de pensiones.
