Foto: FERNANDO COMPEÁN
La muerte de manera brutal por accidente u homicidio de jóvenes, niños y adultos, las frecuentes balaceras entre grupos criminales y policías o soldados y la inseguridad en general acrecentada por quienes sólo aprovechan estas disputas o por la falta de oportunidades de empleo, ha provocado que algunas personas, por temor, se refugien en la fe.
Tanto la Iglesia Católica como congregaciones cristianas han visto un incremento de creyentes atraídos por estas causas, pero no sólo ellos han visto un beneficio, sino que también personas que se dedican a prácticas esotéricas, cuyos clientes además de acudir movidos por la crisis de seguridad, lo hacen también por la crisis económica.
La fe en Dios
Mientras que a las iglesias acuden para acrecentar su fe en la divinidad para erradicar el temor a la muerte, los esotéricos son socorridos para atraer la abundancia económica, pero también para averiguar lo que les depara el destino a maleantes y personas "desaparecidas".
La Laguna, temerosa
"Es un miedo normal. La Comarca Lagunera era una región tranquila. Esto provoca en mucha gente un miedo terrible, porque ya no estamos seguros en ninguna parte y no teniendo algunos cómo resolver su miedo, están buscando a la Iglesia. La gente tiene miedo, la gente está buscando cosas de esoterismo, a la que lee las cartas, el caracol, o el café. La gente está asustada", dijo Francisco Castillo, pastor de la Primera Iglesia Bautista.
La iglesia al mando de Castillo, en los primeros meses del año rebasó el incrementó anual de creyentes. El templo bautista, ubicado frente a la Plaza de Armas, recibía 15 creyentes nuevos promedio al año y en este año ya cuentan con 20, lo que habla de un incremento de más del 100 por ciento de la asistencia de un sólo templo.
Esta situación también ha sido aprovechada por muchos para afianzar su fe.
"En este miedo de la gente, los creyentes se acercan más a Dios y los inconversos vienen a Cristo y estamos aprovechando esta coyuntura de miedo para ganarlos para Cristo. Nunca habíamos podido comenzar un taller de discipulado por más que le hacíamos la lucha, ahora tenemos tres clases discipulado en los salones, debido a que quieren profundizarse", dijo.
Por desaparecidos
Otro incremento notable lo ha visto la Iglesia Católica. El párroco de Nuestra Señora del Refugio, Agustín Calderón, ubicada en la ciudad de Matamoros, dijo que el aumento en esta comunidad ha sido muy significativo.
"En esta comunidad desde que ha empezado la violencia se han unido muchos en oración tanto en actos comunitarios como en las diferentes actividades de la Iglesia", dijo.
Señaló que algunas de sus oraciones van encaminadas a las familias que tienen algún integrante "perdido".
"Al saber de personas que han desaparecido, las diferentes comunidades, porque Matamoros es muy chiquito y todo se sabe, se unen en oración, piden intenciones; aquí mucha gente ha venido a pedirnos intenciones para que sigamos en oración", dijo.
Jóvenes proactivos
El párroco comentó que el aumento de la comunidad católica se ha visto reflejado, sobre todo en los diferentes grupos juveniles; algunos han duplicado sus asistentes, mientras que otros han surgido a raíz de la crisis de seguridad.
"El grupo del Vía Crucis y en el ritmo ordinario del año, se han multiplicado los grupos juveniles, el de Pascua, Niños por la fe. Ha habido nuevos grupos en algunas capillas. Grupos de 15 ó 20 han llegado a los 40. Incluso hay comunidades en donde no había nadie y se fueron animando", dijo.
Agregó que el incremento no sólo ha sido motivado por el miedo, sino también por la exigencia de los nuevos tiempos.
"No sólo los ha movido el miedo. Han descubierto que el tiempo exige actitudes nuevas, que tengan otra manera de vivir y pensar. Van dándose cuenta de la necesidad de valores nuevos; la inseguridad es una de las cosas que lo va recordando. Hay muchos que tienen alguna profesión o son estudiantes y ofrecen sus servicios, hay más sensibilidad a ser serviciales con otros, no sólo a buscar evadir donde corran peligro", dijo.
Otro pastor de una congregación cristiana cuyo nombre se omite por cuestiones de seguridad, narró que tiene por lo menos tres familias nuevas en la iglesia, las cuales se vieron inmiscuidas en cuestiones de narcotráfico.
"Yo tengo dos o tres familias que se vieron sumergidos en narcotráfico. Vieron ellos que eso no era vida, ni para ellos ni para sus hijos y eso los hizo reflexionar, los hizo pensar en cambiar de vida", dijo.
Suben clientes
Las prácticas esotéricas también se han visto favorecidas con esta crisis económica y de seguridad.
Comerciantes de productos esotéricos aseguran que desde que inició el año su clientela se incrementó considerablemente.
Los amuletos para la abundancia, fueron los más socorridos al igual que las limpias.
"Desde que empezó el año ha venido más gente, muchos vieron que les fue de la fregada y dijeron 'no quiero que me vuelva a ir mal'. Vienen por amuletos y a darse baños para que les rinda el dinero", dijo un comerciante.
Los esotéricos comentaron que, sin embargo, no fue este incremento el que llamó su atención, sino la clientela que acude para saber el destino de familiares desaparecidos, los cuales fueron aumentando paulatinamente desde que iniciaron los hechos violentos en la región.
Prohibido decir
"Más que nada son los clientes que tienen a algún familiar desaparecido, para saber dónde está. En las cartas sí aparece la situación de la persona, si partieron o no y qué tanto están relacionados con el problema. Sobre si están vivos o no tenemos prohibido decir. Por ética no lo decimos, porque el único que puede decidir sobre el destino de las personas es Dios", mencionó una cartómana que se identificó como "Iris".
Explicó además que las cartas no son específicas; pueden describir el lugar o algunos aspectos de la persona, pero no son la ubicación exacta ni quién lo tiene.
Buscan ladrones
Los robos a casa-habitación también han favorecido a los "adivinos", pues las personas se acercan a ellos para que les digan quién se metió a robar a su casa.
"También desde que inició esta situación de inseguridad, han venido muchas personas para preguntar quién les robó. Muchas de las veces les salen que son conocidos. Dos años atrás venían dos o tres gentes a la semana y ahora hasta 10", dijo.
Lo más peligroso, confesaron, son las personas que acuden para saber su suerte y que están metidas en actividades ilícitas.
"Creemos que hemos tenido gentes que se dedican a alguna actividad ilegal para que les echemos las cartas. Nosotros nos concretamos a leer lo que dicen las cartas, no les preguntamos a qué se dedican, pero por lo que les va saliendo y la actitud nerviosa que muestran, deducimos. De cualquier forma nosotros les decimos lo que les puede pasar, pero la última palabra la tiene Dios", dijo "Iris".
La fe, una respuesta
Los líderes religiosos coincidieron en que es la fe la respuesta a la crisis de seguridad y económica, pues mientras no se erradique la primera, la segunda difícilmente se podrá superar.
"Estos días debemos tomarlos como un llamado para que volvamos a Dios y en Él encontremos la luz para guiar nuestro hogar y la luz para dar más de lo bueno que tenemos. Que el miedo no nos encierre, así no construimos y así no vencemos nada, en cambio si vamos desde donde vivimos, compartiendo lo que somos, nuestra fe, nuestros valores, eso de a poco va sembrando buenas semillas", concluyó el sacerdote.
"Es un miedo normal... no teniendo algunos cómo resolver su miedo, están buscando a la Iglesia"
Francisco Castillo
Pastor
"La verdad la situación está muy fea. Pues no tenemos más remedio que pedirle a Dios que nos ayude"
Citlali Mata
Estudiante
"Es rara la vez que me acerco a la Iglesia; al menos 3 veces sí he ido a pedir que se acabe esto"
Héctor Sifuentes
Estudiante
"No sólo los ha movido el miedo. Han descubierto que el tiempo exige actitudes nuevas"
Agustín Calderón
Sacerdote
DATO
adivinan
La lectura de cartas es una actividad que predice el futuro, muy socorrida por algunas personas que necesitan una guía en su vida. También se puede leer el café o las letras de cada persona.