Como en charola de plata, cual capricho de Salomé, "rodó la cabeza" de Néstor de la Torre. La rebelión de los 13 seleccionados, quienes primero exigieron, mediante una carta, la salida del director de Selecciones Nacionales, en una última negociación pidieron la disculpa pública de éste, lo cual provocó la renuncia irrevocable del dirigente.
La noche de ayer, en el salón de un hotel capitalino, De la Torre confesó que los seleccionados "querían que pidiera una disculpa por aplicar un reglamento, a lo que no estoy dispuesto", y por eso prefirió dar un paso de costado.
El domingo, en las negociaciones con Rafael Márquez y Gerardo Torrado, trascendió que éstos acusaron al director de Selecciones de "prepotente", por lo que a Justino Compeán, titular de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), y a Decio de María, secretario general del mismo, no les quedó otro camino.
Previo a la conferencia de prensa con los medios de comunicación, Néstor asistió al edificio de Colima 373, en la FMF, donde le ofrecieron una "salida digna" de aquí a diciembre. Néstor la rechazó y le pidieron su renuncia.
Las sanciones que aplicó a partir de la "fiesta" del pasado 8 de septiembre, que indignaron a los futbolistas por ser exhibidos mediante una investigación que los inculpó como responsables de faltar a la disciplina de un reglamento, resultaron más drásticas contra quien se había constituido en juez.
"He asumido mi responsabilidad aún bajo el riesgo de no ser popular, pero estoy consciente de que el orden y la disciplina deben regir", expresó De la Torre. "No busco la disciplina como capricho, sino como generador de hábitos y costumbres, mas me queda claro que algunos se han incomodado cuando existen zonas de confort muy arraigadas".
Señaló que "tomé decisiones fuertes porque se debe representar al país con disciplina y orgullo; se requieren cambios de fondo para que los resultados lleguen" y enseguida expresó que por eso "me hago a un lado, para ser congruente y me voy para poder avanzar, seguro de que hay directivos que no dejarán de luchar por ello".
Resaltó que "es un honor servir a la Selección Nacional, me voy agradecido por lo realizado".
Pidió "congruencia" al recordar que en otras circunstancias aplicaron castigos que se hicieron públicos: "La Sub 17 tuvo un acto de indisciplina, el jugador (Martín Galván) fue castigado y se señaló. La Sub 20 tuvo cinco jugadores que desacataron el reglamento y también se dijo quiénes fueron, qué hicieron y cuál fue el castigo. Ustedes cuestionaron que si nada más con los jóvenes se iba a llevar el lineamiento y la respuesta es que en la mayor tenían todavía más responsabilidad que las selecciones menores. ¡Congruencia! La disciplina no se aplica nada más por aplicarla, conlleva cambios y hábitos que tenemos muy arraigados".
Enseguida reclamó: "Al mantenernos en una supuesta tradición de argumentos, que son simplemente cubrir las cosas, lo estamos viendo en el país. Todos exigen a los políticos o a la policía que haya transparencia, y el futbol no está exento de lo que tiene que hacer para poder mejorar".
-¿Te sientes decepcionado por la falta de apoyo de Justino y Decio?
-Creo que es bien importante en una empresa el respeto a las autoridades, y cuando se brincan estos respetos se pierde totalmente el orden. Y es por lo que también estoy tomando esta decisión -respondió Néstor.
Y es que Decio de María, días atrás, había asegurado que "no está en juego la cabeza de Néstor". No, pero sí su renuncia, ¿verdad señor federativo?
Aclaró que "nadie me ha orillado a estar aquí, la decisión es clara, no hubo ofrecimiento, pero no estoy dispuesto a aceptar que condicionen a una Selección para poder ir a jugar, ni que condicionen para sentarse en la mesa para llegar a arreglos. La autoridad cuando se rebasa, se pierde todo el orden".
Recordó que ante la ausencia de orden se rompe con el respeto a los lineamientos. Sí, su cabeza, como pidió Salomé.
Néstor de la Torre anunció su separación de la Dirección de Selecciones Nacionales y aseguró que se negó a disculparse con los jugadores. (Jammedia)