La capital de California aprobó hoy un boicot a Arizona en protesta contra la ley antiinmigrante SB 1070 de ese estado.
El cabildo de gobierno de Sacramento, que ya había aprobado una posición, ahora aprobó un boicot. Los funcionarios y empleados estatales no viajarán a Arizona con viáticos oficiales y la ciudad rechazará cualquier nuevo contrato con instituciones o empresas de ese estado.
Sacramento también revisará los convenios actuales con Arizona para ver cuáles pudieran ser cancelados sin provocar demandas.
Un miembro del cabildo, Rob Fong, dijo que el boicot a Arizona 'no es una decisión de los funcionarios de gobierno de Sacramento, sino de los sacramenteños, una de las mayores diversidades (étnicas) en el país que se une para demandar lo que es justo'.
Solamente un miembro del cabildo se opuso a aprobar el boicot porque dijo que la decisión era tomada apresuradamente, sin analizar si habrían contratos con Arizona que, en caso de ser cancelados, pudiera resultar contraproducente para Sacramento.
El cabildo escuchó varios testimonios y opiniones de residentes en favor y en contra del boicot. La mayoría de quienes lo apoyaron, que sobrepasaron en número a los opositores, llamaron a la ley discriminatoria, inconstitucional y desacorde con la historia moderna estadunidense.
La oposición al boicot argumentó básicamente que Sacramento decidía inmiscuirse en una política de un estado soberano, pero un contraargumento fue que la ley SB1070 no excluye a los sacramenteños que por alguna razón se encuentren en Arizona.
Otras ciudades importantes de California que se han sumado al boicot son San Francisco, Los Angeles, Oakland, Berkeley y San Diego.