La canciller, Patricia Espinosa, aseguró que no habrá marcha atrás, a pesar del alto costo social del combate a los cárteles.
La secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, señaló que el costo de la lucha contra el crimen organizado ha sido y seguirá siendo alto y cada vida que se pierde es motivo de indignación, enojo, rechazo y tristeza, pero la convicción del gobierno es que no puede haber marcha atrás.
Subrayó que la Oficina contra la Droga y el Delito de la ONU reconoce de manera plena los esfuerzos del gobierno mexicano para abatir la delincuencia porque están dirigidos a atender la salud y procurar la seguridad de los mexicanos, en especial la de los jóvenes.
Asimismo porque contribuyen a proteger la salud de las poblaciones de otros países y la vigencia del Estado de derecho y la democracia.
En rueda de prensa junto con Antonio Mazzitelli, representante de la Oficina Regional de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, al presentarse en México el Informe Mundial sobre las Drogas 2010, dijo que el país ha entendido que el asunto de las drogas es una amenaza multidimensional de carácter trasnacional que no puede ignorarse.
Indicó que bajo el liderazgo del presidente Felipe Calderón este país ha emprendido una estrategia de combate frontal, integral y de largo aliento que emplea la fuerza de las instituciones del Estado.
En ese sentido refirió que dicho informe de las Naciones Unidas destaca el compromiso político y los esfuerzos instrumentados por el gobierno federal para combatir el narcotráfico, además de que reconoce los avances tanto en materia de intercepción de cargamentos ilícitos como en controles internos y la detención de cabecillas.
También se reconoce que los niveles de violencia que se observan en México son resultado de enfrentamientos entre grupos rivales para conservar su influencia en el mercado y controlar las rutas de tránsito hacia Estados Unidos.
Esa actividad se alimenta con las ganancias que genera ese negocio ilícito, así como con las poderosas armas que adquieren en el exterior, principalmente de Estados Unidos y que se introducen de manera ilegal a México.
El informe pone además en perspectiva la problemática del consumo en México, comparado con otros países de la región, datos que confirman la necesidad de seguir fortaleciendo las acciones de prevención de la demanda y tratamiento de adictos en el país, como se ha venido haciendo por parte de las autoridades responsables.
Refirió que, de acuerdo con el documento, América del Norte es el mayor mercado de cocaína del mundo y tiene casi 40 por ciento de los consumidores del mundo.
Sin embargo el mercado de esa droga en esa parte de la región y el consumo en Estados Unidos va a la baja probablemente por las repercusiones de las medidas de represión aplicadas en Colombia y México, países que son los principales productores.
