Seguro de estar seguro

Amanece. Tras un reconfortante baño y un delicioso desayuno, tomamos las llaves del automóvil para ir al trabajo. A pocas cuadras de llegar a nuestro destino, escuchamos el rechinar de unas llantas, en un parpadeo otro vehículo, cuyo conductor se ha pasado el rojo, nos embiste por la derecha. Todo queda en sólo daños materiales, un susto y una gran cuenta por pagar por parte de quien tuvo el descuido: él no tiene seguro.

Los seguros se remontan a 1629 con la Compañía de las Indias Orientales, que con sede en Holanda aseguraba el transporte marítimo. En México formalmente existen desde 1870.

A pesar de lo frecuente que son los accidentes automotrices (en el fin de semana del 20 de noviembre ocurrieron 18 eventos de este tipo tan sólo en La Laguna de Durango), y los robos (suman varios miles en este año en La Laguna), hasta el año 2005 apenas 31% de los automóviles estaban asegurados, de acuerdo a los datos nacionales de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. Cuando se compra un vehículo a crédito es condición de quien otorga el dinero que el vehículo esté asegurado durante el tiempo que esté vigente el crédito.

Las coberturas más frecuentes, informa Teresa Rubio Márquez, representante de ABA Seguros, son Amplia, Limitada y Responsabilidad Civil.

De acuerdo a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), un seguro lo puede proteger en caso de:

*Robo de la unidad.

*Daños materiales. Dentro de este punto, generalmente puede llegar a considerarse pérdida total si los daños van del 50 al 75% del vehículo, señala la Profeco.

*Responsabilidad civil, es decir, daños materiales causados a terceros en sus bienes, lesiones corporales o muerte y daño moral.

*Gastos médicos del asegurado y/o de los demás ocupantes del vehículo.

*Defensa jurídica y asesoría.

Según informa la Profeco, algunas aseguradoras ofrecen también cobertura al equipamiento del vehículo.

Si nuestra intención es viajar a Estados Unidos, se pide que el seguro con cobertura en el extranjero abarque daños a terceros. “Lo recomendable es que se contrate una póliza que traiga una suma asegurada alta”, advierte Teresa Rubio.

Podría parecer que con esa variedad de coberturas todo queda asegurado. No es así. Hay algunas situaciones que salen de esas previsiones.

“Todas las aseguradoras tienen sus reglas”, dice Teresa Rubio. “En el caso de nosotros, sí se cubre el robo con violencia, pero daños por balacera y daños por las condiciones del pavimento no se cubre”.

La Condusef no recomienda evaluar un plan de seguros a partir de un solo indicador, sino ver el conjunto de variables que mejor se adecuen a nuestros intereses.

El contrato del seguro debe ser muy claro en esos aspectos así como en la forma en que se otorgará la indemnización. La Profeco indica que la póliza debe contener, como mínimo: nombre y domicilio de las partes contratantes, descripción detallada del vehículo, monto de la prima a pagar, vigencia y deducible (que es la parte que el asegurado debe pagar por siniestro).

El seguro da una cierta tranquilidad económica, sin embargo, para que éste sea efectivo, debe haber sido pagado y estar vigente, señala Teresa Rubio.

Por su parte, la Condusef advierte que un seguro podría no hacerse efectivo si el conductor no cuenta con licencia; por descompostura mecánica a menos que sea causada por riesgos cubiertos por la póliza; daños en la parte baja del vehículo al transitar en caminos en mal estado; por conducir en estado de ebriedad o bajo la influencia de drogas.

Amanece. Tras un baño y un desayuno, conducimos rumbo al trabajo. A pocas cuadras de llegar a nuestro destino, escuchamos el rechinar de unas llantas, en un parpadeo otro vehículo, cuyo conductor se ha pasado el rojo, embiste al que va atrás de nosotros. Afortunadamente no hubo heridos. Al bajar del vehículo una vez en nuestro centro de trabajo, pensamos en la buena decisión que tomamos al asegurar nuestro automóvil.